‘El lado bueno de las cosas’: sentimiento bipolar

El lado bueno de las cosas película

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J. L. CELADA | Cuenta con el (sobredimensionado) aval de ocho candidaturas a los Oscar y el respaldo mediático de una intensa campaña publicitaria, dos argumentos que explicarían el éxito de El lado bueno de las cosas. Aunque no los únicos, porque el nuevo trabajo de David O. Russell reúne otros elementos no menos importantes que garantizan su buena acogida, como la capacidad de conectar con el espectador o la (más que discutible) virtud de ofrecerle un desenlace a la altura de sus expectativas, aun a costa de traicionar el espíritu y el tono general de la cinta.

Arranca la historia en un psiquiátrico de Baltimore, donde el protagonista (Bradley Cooper) ha pasado ocho meses tratando de revertir el veneno de la negatividad que le dejó –en la retina, en la mente y en el corazón– uno de esos episodios que pueden cambiar toda una vida. Ahora, de regreso al hogar familiar, no solo deberá seguir combatiendo sus repentinos cambios de humor y sus extraños pensamientos.

La convivencia con un padre obsesivo compulsivo, supersticioso y aficionado a las apuestas y los Eagles de Philadelphia (un espléndido Robert De Niro) pondrá también a prueba su trastorno bipolar, además de brindarnos buenos momentos de comedia.

Una sensación que se acrecienta con la entrada en escena de su contrapunto y complemento: una joven viuda, incapacitada como él para asumir su pérdida (la sorprendente Jennifer Lawrence). De sus encuentros y desencuentros (sirva como muestra la primera cita formal), de su torpeza para elaborar sus respectivos duelos, surgirá todo lo mejor que contiene la última obra del realizador neoyorquino.El lado bueno de las cosas película

Acompañados por una banda sonora que colorea o ensombrece los estados de ánimo de esta pareja en construcción, asistimos a sus esfuerzos por ser positivos, por encontrar El lado bueno de las cosas; nos reímos con su ausencia total de filtros al hablar y sufrimos con sus dudas y sus miedos. Son minutos de un cine cercano, de emociones reconocibles y muy humanas, que transita por senderos poco habituales.

Sin embargo, cuando enfilamos el tramo decisivo de este viaje, pronto advertimos que Russell ha decidido no defraudar al gran público y emprender el camino fácil y seguro, el que sugieren los finales made in Hollywood. Así, nos reencontramos con el poder de convocatoria del fútbol americano o el valor terapéutico del baile, salidas demasiado recurrentes para explicar aquello que el refranero popular describe de manera tan gráfica: “Siempre hay un roto para un descosido”.

Y El lado bueno de las cosas, que hasta entonces nos había hecho gozar de su frescura y excentricidad, se torna una película previsible y un punto empalagosa, que a su conclusión despierta un sentimiento bipolar difícil de descifrar. ¡Qué oportunidad perdida, con todo lo que prometía!

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Silver Linings Playbooks.

DIRECCIÓN: David O. Russell.

GUIÓN: David O. Russell, sobre la novela de Matthew Quick The Silver Linings Playbooks.

FOTOGRAFÍA: Masanobu Takayanagi.

MÚSICA: Danny Elfman.

PRODUCCIÓN: Bruce Cohen, Donna Gigliotti, Jonathan Gordon.

INTÉRPRETES: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver, Chris Tucker, Anupam Kher, John Ortiz, Shea Whigham, Julia Stile.

En el nº 2.834 de Vida Nueva.

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