EDITORIAL VIDA NUEVA | Al igual que ocurrió en España cuando Zapatero aprobó el matrimonio homosexual (mantenido ahora por el Ejecutivo de Rajoy, conformado con el gesto de recurrirlo al Constitucional y su consiguiente validación), la sociedad francesa se divide hoy con el proyecto del socialista Hollande.
La Iglesia, junto al resto de confesiones religiosas, así como distintos colectivos sociales y las fuerzas conservadoras de la oposición, se ha declarado en contra.
La histórica manifestación del pasado domingo en París, seguida por cientos de miles de personas, supone, ante todo, una apelación al debate social sobre un tema tan importante. El Gobierno, aunque legítimo en el impulso de la acción política, pone trabas a ese diálogo incluso en la escuela católica.
En el nº 2.832 de Vida Nueva. Del 19 al 25 de enero de 2013.
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