Francesc Riu: “Hacer presente el mensaje del Evangelio en la escuela no perjudica a nadie”

Francesc Riu, salesiano

Salesiano, autor de ‘Nueva Evangelización en la Escuela Católica’

Francesc Riu, salesiano

JORDI LLISTERRI. BARCELONA | Hoy, la mayoría de familias que acuden a la escuela cristiana no tienen otro referente eclesial. No se puede renunciar a ofrecerles a todas ellas el Evangelio de una manera creíble. Esta es la propuesta que recoge en el libro Nueva Evangelización en la Escuela Católica (publicado en catalán por Edebé y en castellano por CCS). El salesiano Francesc Riu lanza su propuesta desde la experiencia de casi 30 años (1977-2005) dirigiendo la Fundació Escola Cristiana de Catalunya, y tras analizar a fondo la propuesta de la nueva evangelización que ha renovado Benedicto XVI.

– ¿Qué cabida tiene la evangelización en las escuelas?

– Los padres que hoy llevan a sus hijos a las escuelas católicas conocen su carácter propio, lo aceptan, o como mínimo, tienen el compromiso de respetarlo. Por lo menos, tienen una actitud abierta. Es un espacio en el que se puede realizar el Atrio de los Gentiles. En la escuela conviven creyentes y practicantes, gente que creía y no practica, gente que no cree pero que está bautizada, gente de otras confesiones… Así, la misión será hacer presente el mensaje del Evangelio.

– Pero la escuela no es propiamente una parroquia…

– Ni tiene la misma tarea que una parroquia. Algunos miembros de la comunidad educativa que son católicos pedirán más, pero no se puede traspasar a la escuela la responsabilidad de la educación en la fe de los católicos, que es una responsabilidad de toda la comunidad cristiana. En todo caso, fuera del ámbito académico, y de manera voluntaria, se pueden hacer propuestas de educación en la fe. Respetando la libertad de cada persona, hacer presente el mensaje del Evangelio no perjudica a nadie.

Cambios profundos

– Dijo que su libro podría incomodar a algunos. ¿Por qué?

– Por poco que se reflexione, todo el mundo se da cuenta de que la nueva evangelización supone un cambio profundo. Siendo lúcidos y honrados, esto provoca recelos, sobre todo en algunas personas que en los últimos años han trabajado mucho y, ahora, les dices que es necesario replantear todo lo que hacen. También están los que te dicen que una nueva evangelización agresiva no lleva a ninguna parte y que la identifican con la voluntad de volver al preconcilio. No debemos buscar las causas de la situación del cristianismo europeo echando la culpa a los otros. Y volver al preconcilio sería volver a hacer mal lo que se hizo mal. Ahora estamos viviendo las consecuencias de esa formación basada en impartir doctrina. Lo que ya preveía el Concilio Vaticano II es que habría “cambios profundos y acelerados” que afectarían a la sociedad y a la forma de ser y de hacer de la Iglesia.

“La mayoría de la gente no son los antiguos paganos,
ya han oído hablar del cristianismo y están bautizados,
pero no forman parte de la comunidad cristiana.
Para llegar a ellos, es necesario
repensar toda la actividad pastoral”.

– ¿Qué es lo que ha fallado en la escuela católica?

– En toda España, y quizás no tanto en Cataluña, mientras crecía la diversidad de personas que acogía la escuela cristiana, muchos centros seguían pensando solo en educar en la fe. ¿La fe de quién? Pues la fe de los pocos que la tenían. El error de dirigirte a los no católicos con los mismos esquemas con los que hablas a los católicos. Otros, ante la dificultad de enseñar religión católica a no católicos, la suprimieron. También nos hemos encontrado con escuelas en las que la excelencia educativa está perfectamente integrada en toda la estructura escolar, pero, en cambio, el responsable de la pastoral es una persona que viene de fuera. Esto no es una escuela evangelizadora. Una escuela evangeliza en la medida en que educa de una determinada manera.

– ¿Por qué la escuela debe implicarse en la actividad evangelizadora?

– La escuela cristiana es una institución más de la Iglesia que también tiene la misión esencial de la Iglesia: hacer presente en el mundo el mensaje del Evangelio. Esto no significa concebir una escuela para católicos, dando por supuesto que la comunidad educativa es católica, como hasta hace poco se creía. Una escuela abierta a todos, ¿es inseparable de una escuela cristiana? Evidentemente. La Iglesia ofrece, abre las puertas, y lo hacemos de una forma en que todo el mundo se sienta cómodo y vea respetadas sus convicciones. Pero tiene un carácter propio y esta es nuestra oferta.

– ¿Cómo hacerlo?

– La nueva evangelización se ha centrado, sobre todo, en observar la realidad de los países de antigua cristiandad. La mayoría de la gente no son los antiguos paganos, ya han oído hablar del cristianismo y están bautizados, pero no forman parte de la comunidad cristiana. La Iglesia no puede olvidar a esta gente. Y, para llegar a ellos, es necesario repensar toda la actividad pastoral. Si nos limitamos a enseñar doctrina, a la primera de cambio todo se va al traste.

En el nº 2.832 de Vida Nueva.

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