Edúcate y comenzará tu realidad

responsables de proyectos educativos de Entreculturas

Entreculturas muestra los beneficios de la formación con proyectos en el Chad y República Dominicana

proyecto de educación de Entreculturas en Chad

Edúcate y comenzará tu realidad [extracto]

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Pese a que en 2015 se debería alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio que establece la enseñanza primaria universal, la realidad dista mucho de esta (desgraciadamente) utopía. Así, lo cierto es que, hoy, más del 10% de la población mundial es analfabeta. Un drama que afecta fundamentalmente a las mujeres (dos tercios del total de quienes no cuentan con formación formal) y a los niños, habiendo hasta 61 millones de ellos sin escolarizar.

Sin embargo, hay colectivos que se organizan para avanzar en la consecución de un derecho fundamental. Siguen con fe la máxima de Hélder Câmara: “Cuando sueñas solo, solo es un sueño; cuando sueñas con otros, es el comienzo de la realidad”.

La cita del brasileño, quien fuera conocido como “el obispo de las favelas”, se ha convertido en todo un lema en el último informe de Entreculturas: Educación y participación. Un sueño posible. Con el fin de demostrar que la educación puede ser el motor para el desarrollo de una comunidad, la ONG jesuita da a conocer en esta campaña dos iniciativas que, desde dos paradigmas muy diferentes, están teniendo grandes resultados. Una rural con acento africano y la otra urbana y con esencia latinoamericana.

La primera, puesta en marcha en Guéra, en una de las zonas más olvidadas de la República del Chad, consiste en una serie de escuelas rurales comunitarias coordinadas, desde 2007, por Fe y Alegría (movimiento de educación popular con el que está asociado Entreculturas).

responsables de proyectos educativos de Entreculturas

Roque Feliz y Adef Outrone Awada, en la sede de Entreculturas

Adef Outrone Awada, miembro del equipo, explica a Vida Nueva la importancia de su tarea en un país en el que la tasa de analfabetismo alcanza el 74% y donde apenas el 19% de los alumnos que inician sus estudios acaban Primaria. “Lo más relevante –destaca– de nuestro trabajo es la labor de sensibilización con las familias de los chicos, haciendo comprender a los padres que es vital que estos tengan una educación de calidad”.

En ese sentido, su objetivo básico es que los alumnos puedan recibir una formación que, el día de mañana, les permita tener alternativas en un ámbito donde todo gira alrededor del campo. Sean o no luego campesinos, como sus padres, el gran logro, como reconoce Adef, es que “sean ellos, los propios padres, los que hayan creado con nosotros las escuelas. Antes no entendían el valor de la educación, pero ahora sí, hasta el punto de hacerse cargo del material de los centros y de la contratación de profesores, pues el Estado solo manda uno por escuela”.

Sin embargo, no siempre es fácil, y las necesidades de los tiempos agrícolas hacen que el funcionamiento de las clases se adapten a estos. Así, según los períodos de cultivo, como los chicos tienen que ayudar a sus familias, las aulas se abren después del teórico inicio del año escolar y se cierran antes.

Otro factor a tener en cuenta es que el 90% de los alumnos son musulmanes. Algo que incide en el mayor índice de abandono de las niñas, pues muchas de ellas, al alcanzar los 12 años de edad, se casan y dejan las clases.proyecto educativo de Entreculturas en Chad

Más allá de esto, Adef valora el que, al ser el proyecto de inspiración jesuita, no haya recelos en las familias islámicas: “Al principio sí había una cierta desconfianza, pero todos acabaron comprendiendo que, aunque jamás ocultamos nuestra fe, nuestro fin no es convertir a nadie al cristianismo, sino la formación de los chicos. El clima de respeto y confianza en las escuelas hace que nunca hayamos tenido ningún problema por esto”.

Pese a las dificultades, lo más esperanzador es que, poco a poco, se está consolidando la educación y, aún más importante, que este impulso se debe a los propios padres. De este modo, Fe y Alegría trabaja en 25 escuelas en la zona, en un proyecto en el que hay implicadas cerca de 200 familias.

Los ciudadanos como actores del cambio

La esperanza que se abre paso en el Chad ya está mucho más asentada en el segundo ejemplo propuesto por Entreculturas. Se trata del Centro Bonó, una obra social y educativa de la Compañía de Jesús en República Dominicana que ya funciona desde 1982, aunque se constituyó oficialmente en 1997.

Desarrollado el proyecto en grandes barrios urbanos surgidos en las afueras de Santo Domingo, todos ellos marcados por la miseria, el objetivo es que la formación “capacite a los ciudadanos para que ellos mismos impulsen la transformación de su realidad”. Así se expresa Roque Feliz, subdirector del Centro Bonó, quien apunta que esta acción no se canaliza desde una educación formal, sino a través de iniciativas que buscan la implicación de todas las personas, tengan la edad que tengan, “para que reivindiquen sus derechos”. De este modo, “actuando unidos entre sí, es como pueden interferir en la vida política y conseguir que cambien las cosas”. proyecto educativo de Entreculturas en República Dominicana

El último ejemplo de que esta alianza ciudadana en los barrios marginales puede tener éxitos concretos se comprobó semanas atrás, cuando la Coalición por la Educación Digna, de la que el Centro Bonó forma parte, obtuvo del Gobierno nacional el compromiso de que invertirá el 4% del PIB en la educación. Algo que desde la Coalición califican de “hito histórico”.

Sin embargo, eso no quiere decir que no tengan que seguir trabajando en este asunto, como advierte Roque: “Una vez comprometida esta inversión, para la creación de 10.000 aulas en un año, nos toca estar atentos para que se garantice que nada acabe en la corrupción, sino que se gestione con transparencia y responsabilidad”.

Para la formación en valores, cuentan con un Centro de Producción Audiovisual, del que depende toda una red de medios independientes que defienden la implicación ciudadana en el complejo contexto dominicano. Así, entre sus referentes, están el boletín mensual Democracia es participar y los Observatorios de Políticas Sociales y de Derechos Humanos. Además de todo tipo de talleres y programas de voluntariado, destacan sus originales manifestaciones en defensa de derechos básicos.

Con el fin de fomentar la aparición de líderes dentro de los grupos, fomentan todo tipo de cursos. El Departamento de Acompañamiento ofrece ayuda a unas 800 personas, en su mayoría analfabetos e inmigrantes. También dan becas para estudiantes sin recursos y, con el objetivo de que algunos de esos líderes defensores de los marginados sean los religiosos que les acompañan, el Centro Bonó cuenta con un Instituto Filosófico en el que estos pueden cursar las carreras de Humanidades y Filosofía. Algunas clases las imparten párrocos de las zonas más pobres.

Dos ejemplos muy distintos, en definitiva, los que propone Entreculturas. Sin embargo, no hay duda de que a ambos les une la apuesta por la formación integral del hombre como eje clave para su futuro desarrollo. Testimonios concretos de que Dom Hélder tenía razón: “Cuando sueñas con otros, es el comienzo de la realidad”. proyecto educativo de Entreculturas en República Dominicana

Los medios como grandes aliados

Para llevar a cabo el trabajo de sensibilización sobre la importancia de la educación como eje para el desarrollo del futuro, tanto en el proyecto del Chad como en el de República Dominicana, los medios son potentes aliados.

En el caso de las escuelas rurales comunitarias de Guéra, Fe y Alegría cuenta con un equipo dedicado específicamente a fomentar que “la escuela se instaure en la comunidad”, formando parte de la misma. Para ello, entre otras acciones, cuentan con dos emisoras de radio en la región en las que, dos veces por semana, dedican su programación a esta labor de concienciación.

El Centro Bonó, en su afán reivindicativo de los derechos de los más marginados en Santo Domingo, además del Centro de Producción Audiovisual, cuenta con el apoyo de Radio Santa María, de los jesuitas.

Un medio independiente que, como explica Roque Feliz, también denuncia “las iniquidades favorecidas por los medios oficialistas, controlados por grupos e intereses empresariales y particulares, y que suelen difundir una serie de roles y patrones que no hacen sino impedir el pensamiento crítico; por ejemplo, diciendo falsedades sobre colectivos de mujeres e inmigrantes. En esta situación, los independientes tenemos la obligación de ofrecer una palabra de denuncia ante una democracia tutelada y restringida”.

En el nº 2.832 de Vida Nueva.

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