Han preparado materiales para los distintos ambientes y niveles escolares
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J. FANDIÑO | La familia salesiana se prepara ya para celebrar la fiesta de su fundador, san Juan Bosco, el próximo 31 de enero. Y como es habitual, en esos días suele desarrollarse lo que se llama Semana Vocacional, una campaña que se realiza a lo largo del mes de enero en los colegios, centros juveniles, parroquias, plataformas sociales, grupos de la familia salesiana y comunidades religiosas.
El lema de este año, que se enmarca dentro del plan conjunto de pastoral, es Una casa diFErente, “jugando con las ideas de casa y fe, propias de la pastoral salesiana, subrayando todo lo relacionado con la fe, en el marco del año convocado por Benedicto XVI”, explican desde la Comisión Nacional de Animación Vocacional, que organiza estas actividades.
“Con la idea de casa, se pretende ayudar a la reflexión de los jóvenes en tres aspectos. La casa somos nosotros, pues el ser humano recibe de Dios un proyecto de vida que va manifestándose a lo largo de los años; es también Iglesia, a traves de la que Dios se hace presente en medio del mundo y en la que muchos cristianos a lo largo de la historia han sentido la llamada y han respondido con generosidad; y, finalmente, la casa es también la obra salesiana en la que el Señor nos dice a esta familia que eduquemos con el corazón de Don Bosco”, añaden.
Puerta de la fe
El otro núcleo de la reflexión, como se ha visto, es la fe, “sobre la que el Papa propone la imagen de la puerta”. “Al utilizar esta puerta, la puerta de la fe, nos introducimos en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia. ¿Cómo se pasa el umbral de esa puerta? Se cruza cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida”, explican.
Para abordar estas cuestiones se han preparado una serie de materiales –oración, estudio, carteles, vídeos…– adaptados al lugar donde se propongan y a la edad de los jóvenes, que tienen, como fin último, invitarles a que reflexionen sobre su vocación, “en sentido amplio, de orientación en la vida, y en sentido más específico cristiano, de respuesta a la llamada de Dios, también en ella vocación religiosa o sacerdotal”.
En el nº 2.831 de Vida Nueva.