La cooperación internacional, en peligro

cadena de voluntarios recogiendo ayuda humanitaria internacional enviada por Cáritas

Cáritas denuncia el “dramático recorte” a esta partida en los Presupuestos Generales del Estado

soldados polacos descargando de un avión ayuda humanitaria enviada por Cáritas

La cooperación internacional, en peligro [extracto]

FRAN OTERO | Cáritas Española advierte de los ajustes en cooperación internacional: “Este dramático recorte pone en peligro el sistema de cooperación actual y evidencia la falta de asunción de dichas acciones como públicas de las administraciones locales, provinciales, autonómicas y estatales. Además, hace que nos centremos en una discusión dura y cuantitativa en el plano económico, que nos aleja de lograr un cambio cualitativo en la cooperación internacional”.

Y es que, tal y como aparece en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2013 y denuncia Cáritas, la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) desciende en 1.632 millones respecto a 2012, o lo que es lo mismo, una reducción del 45%. Teniendo en cuenta también los ajustes realizados por otras administraciones, esta institución eclesial calcula que la AOD se encuentra en niveles inferiores a los de 2005.

Además, de la partida dedicada por el Gobierno a este fin, solo el 45% lo gestionaría el ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, quedando el resto en manos de los ministerios de Hacienda y Economía, que persiguen, afirma Cáritas, “objetivos que no siempre sitúan a las personas como prioridad frente a mercados o intereses económicos”.

Para Cáritas, estos ajustes no solo afectan a las cantidades, sino a los espacios y procesos de concertación de poderes públicos y ciudadanía, de debate para al futuro rol de la cooperación y del destino de los fondos públicos. “En definitiva, debilitarán las capacidades institucionales y ciudadanas de todos los actores de la cooperación, reduciéndolos a meros ejecutores de una mínima financiación”, explica.cadena de voluntarios recogiendo ayuda humanitaria internacional enviada por Cáritas

Por otra parte, lamenta que en el actual escenario las organizaciones no gubernamentales que impulsan el desarrollo a través de los proyectos internacionales y de sensibilización complementarios a la cooperación oficial española “verán muy reducida su capacidad de acción, al tiempo que toda la sociedad perderá la oportunidad de construir la visión de que un mundo más justo es posible”.

“Estas organizaciones no pueden limitarse a ser meros ejecutores de partidas presupuestarias residuales, porque son actores clave de las políticas de desarrollo a la que han dedicado buenos esfuerzos para mejorar, año tras año, su diseño, fomentando la participación activa de la sociedad civil y fortaleciendo el propio Estado democrático”.

Un mundo más justo y equitativo

De hecho, y al hilo de esta última afirmación, la institución eclesial sostiene que con los derechos de las sociedades de los países del Sur garantizados, “se garantizan también el equilibrio social y político de nuestros países, de las libertades aquí y allá, que tanto se proclaman desde los países desarrollados”.

“Solo la paz es posible a través de la consecución de un mundo más justo y equitativo, incrementando el respeto de los sistemas internacionales, a las alianzas globales que puedan supervisar y minimizar las desigualdades”, añade.

Ante esta situación, Cáritas Española hace una serie de propuestas, demandas y compromisos en este ámbito. En el capítulo de propuestas, la fundamental es el establecimiento de un modelo de cooperación fraterna, horizontal y sostenible, basado en el protagonismo, la autonomía y el respeto a la identidad de las poblaciones y las organizaciones. “Un modelo de cooperación fraterna que nos sitúe de igual a igual y que en esa reciprocidad no encuenta sentido a que la cooperación internacional se realice solo cuando existen unas condiciones económicas favorables y que, por tanto, sea ofrecer lo que nos sobra”, añade.

En cuanto a las demandas para que la cooperación sea posible, incluye, entre otras, la adopción de medidas para lograr la promoción y la fortaleza de la sociedad civil, un compromiso a largo plazo dirigido a obtener un impacto a través de programas que surjan de planes locales, el compromiso con los Objetivos del Milenio (ODM) –deberían alcanzarse en 2015–, el compromiso de los políticos para que la cooperación regrese a la agenda política, una llamada a la evaluación de lo realizado hasta ahora, la creación de espacios de diálogo o el incremento de la AOD hasta el 0,7% del PIB.

Del mismo modo que pide, Cáritas se compromete. Y lo hace a mantener una actitud vigilante y propositiva sobre las políticas en este ámbito, a continuar con el trabajo de sensibilización y denuncia profética, a impulsar el modelo de cooperación fraterna, a fomentar campañas que permitan alcanzar los ODM y de manera especial el derecho a la alimentación, y a asumir y trabajar para que los compromisos se trasladen a la Agenda Post 2015 con la misma convicción, coraje y voluntad de colaboración.dos personas gestionando enseres de ayuda humanitaria enviada por Cáritas

Una labor que traspasa fronteras

La apuesta de Cáritas Española por la Cooperación Internacional es firme y decidida, y así se deja percibe en las cantidades que ha dedicado a ella en los últimos años, en alza a pesar de la situación. Financiación, en su mayoría privada, que ayudó, por ejemplo, en 2011 a más de 4,5 millones de personas en 60 países de África, Asia, Europa, Oriente Medio y América Latina.

La prioridad en ese año, aunque continuó colaborando intensamente con Haití, se centró en el Cuerno de África, donde denuncia que, “a pesar del continuado trabajo de prevención en el ámbito de la seguridad alimentaria por parte de las Cáritas locales, las sequías recurrentes y la escasez de infraestructuras provocan una nueva situación de emergencia alimentaria y hambruna”.

La aparición de Sudán del Sur también motivó la preocupación y el soporte de Cáritas Española en campos como la educación, la salud y la agricultura. “Con los programas apoyados por Cáritas Española en el año 2011, siguió dando la máxima prioridad a los objetivos de seguridad alimentaria y de desarrollo rural, a la atención a personas en movilidad, al fortalecimiento de las comunidades para el ejercicio de sus derechos, al desarrollo de los servicios básicos y al impulso de la economía solidaria”, se puede leer en la Memoria 2011.

Una experiencia de trabajo por la justicia

Dijo recientemente en rueda de prensa el secretario general de Cáritas Diocesana de Meki (Etiopía), Temesgen Kebede, que si desapareciese la cooperación internacional, sería “un gran drama”. Y así es, y se pone de manifiesto en todos los proyectos que Cáritas tiene por el mundo. Como ejemplo, los MUSOs de Burundi.

Así lo cuenta la propia Cáritas: “Burundi salió de la guerra hace pocos años y su sistema financiero ha sido incapaz de asumir los retos económicos de la mayor parte de los burundeses. En un país donde el 80% de la población es rural y donde el 90% no tiene acceso a ningún tipo de servicio financiero tradicional, la consolidación de un sistema comunitario burundés a través de los llamados MUSOs (mutuas de solidaridad) constituye una prioridad económica y social para el país”.

Continúa: “Los MUSOs tienen por objetivo permitir que la población económicamente activa, pero que carece de acceso a los servicios bancarios tradicionales, tenga la oportunidad de entrar en un sistema financiero. El valor añadido de este proyecto es generar en la población local autonomía económica, ya que el flujo de dinero en los MUSOs es propio y pueden decidir sobre él de manera autónoma. Además, se refuerza la cohesión social con un sistema endógeno que cubre los riesgos sociales dentro de cada MUSO y, por último, es un espacio de enseñanza colectiva para enfrentar nuevos retos y oportunidades por parte de sus miembros”.

En el nº 2.830 de Vida Nueva.

 

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