El terrorismo tiñe de sangre la Navidad en Nigeria

M. Á. MALAVIA | Desgraciadamente, en los últimos años y en distintos países donde los cristianos son minoría, la celebración de la Navidad se ve enturbiada para esta comunidad a causa de la persecución religiosa. Esta vez se trató de un atentado terrorista, el 30 de diciembre, en Chibok (Estado de Borno), al noroeste de Nigeria, donde 15 personas fueron acribilladas a balazos mientras asistían en una iglesia a la eucaristía dominical.

Sin embargo, no se trataba del primer ataque anticristiano en estas fechas. El viernes 28 habían muerto, degollados, otros 15 cristianos en Musari, también en el Estado de Borno. Igualmente, en la medianoche del día 24, en Peri (Estado norteño de Yobe), la celebración de la Misa del Gallo en un templo local acabó interrumpida violentamente por un comando terrorista. Entre las seis víctimas que se cobraron los fanáticos, se encontraba un sacerdote. Posteriormente, la iglesia en la que se encontraban fue quemada.

Desde 2009, la secta islamista Boko Haram ha lanzado ataques indiscriminados contra los cristianos, fundamentalmente en el norte del país, de mayoría musulmana.

El Gobierno nigeriano siempre ha manifestado su total rechazo a las acciones cometidas por Boko Haram, hasta el punto de que se suceden los enfrentamientos del ejército contra las milicias radicales.

Una reacción idéntica a la de la comunidad islámica, cuyos líderes vienen condenando reiteradamente todo atentado terrorista. De hecho, desde el año pasado y como muestra de fraternidad, colectivos musulmanes custodian en determinadas ocasiones templos cristianos durante las celebraciones dominicales.

En el nº 2.830 de Vida Nueva.

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