Javier Álvarez-Ossorio: “La Vida Religiosa debe ser una escuela de vivencias del Evangelio”

Superior general de los Sagrados Corazones

Javier Álvarez-Ossorio superior general Sagrados Corazones

Texto y foto: DARÍO MENOR | Javier Álvarez-Ossorio es el superior general de los Sagrados Corazones. Fue reelegido para el cargo en el capítulo general de la congregación celebrado en Roma en septiembre. Este sevillano espontáneo y directo considera que la Vida Religiosa (VR) debe optar por vivir el Evangelio de forma “honesta y radical”.

Reconoce las “contradicciones” y “puntos negativos” de la Iglesia, pero ofrece una reflexión para aceptarlas: “Decir que esta es mi Iglesia es saberte pecador entre los pecadores y reconocer que Jesús ha querido quedarse en medio de nosotros como un cuerpo. Ahí está el reflejo de todas las grandezas y miserias de la humanidad”.

– ¿Resulta complicado sacar ideas nuevas en este momento de la Vida Religiosa?

– No sé si van a surgir cosas rompedoras en la congregación, ojalá, pero el trabajo en que estamos ahora es mucho más artesanal, es ir construyendo vidas concretas, comunitarias, que sean sabrosas a nivel local. Por eso hemos utilizado el símbolo de la sal en el capítulo. Quizás una de las cosas más necesarias en la VR es ser una escuela de vivencias del Evangelio, como siempre ha querido. En esos baremos nos movemos ahora.

– ¿Qué debe aportar la Vida Religiosa hoy a la sociedad?

– El verdadero aporte revolucionario de la VR viene ahora mismo por vivir sencillamente el Evangelio de una manera lo más honesta y radical posible. Si a partir de ahí te embarcas en proyectos fuertes y rompedores, estupendo, pero creo que Dios puede hacer algo interesante con nosotros en la medida en que en el día a día intentemos vivir con sencillez lo que hemos profesado, que es una vida evangélica sencilla. Si no, veo el peligro de creernos mejores que nadie, y entonces no contribuimos a un nuevo modelo de comunión que necesitamos en la Iglesia.

“El colegio puede seguir siendo
un lugar de pastoral fantástico,
pero la presencia puede ser de otra manera.
Si somos pocos, hay que decidir dónde estar”.

Los laicos también evangelizan

– Usted se educó en un colegio de los Sagrados Corazones. ¿Propició su vocación el contacto con los sacerdotes del colegio? ¿Pueden repetirse historias como la suya en escuelas donde no haya religiosos y recaiga en los laicos la evangelización?

– Para mí fue determinante. Decidí hacer algo fuerte con mi vida como cristiano con la imagen delante de los curas del colegio. Pero pienso que la vocación la puede transmitir perfectamente un laico. Nuestra presencia como congregación en los colegios puede ir cambiando. Podemos trabajar más con los profesores o estar presentes como comunidad. El colegio puede seguir siendo un lugar de pastoral fantástico, pero la presencia puede ser de otra manera. Mi única interrogación respecto a los colegios es que la mayoría de los nuestros están en medios sociales acomodados, como el mío. Son zonas que también han de ser atendidas y evangelizadas, pero no son los márgenes. Si somos pocos, hay que decidir dónde estar.

Entrevista con Javier Álvarez-Ossorio [íntegra]

En el nº 2.828 de Vida Nueva.

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