La novela de la semana es de Salvador Gutiérrez Solís (Destino, 2012). La recensión es de Juan Carlos Rodríguez
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El escalador congelado
Autor: Salvador Gutiérrez Solís
Editorial: Destino, 2012
Ciudad: Madrid
Páginas: 335
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JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | Con apenas unas pocas novelas –sobre todo las tres primeras, protagonizadas por su vitriólico novelista malaleche y ese salto al vacío que fue El orden de la memoria–, Salvador Gutiérrez Solís (Córdoba, 1968) se ha erigido como un narrador referente de la última novela española. Lo ha logrado, más allá de ese alarde humorístico del que siempre hace gala, por su amplia capacidad de retratar el ser y el vivir contemporáneo con “sus mil defectos, rescates y naufragios”.
El escalador congelado, pese a su título, novela –como explica el propio autor– “el entierro de Peter Pan”. Es decir, un retrato de toda una generación frente a sus sueños incumplidos. Podría ser cualquiera desde Mayo del 68, pero Gutiérrez Solís habla precisamente –y ahí está gran parte del valor de esta novela– de la suya misma; marcada, sobre todo, por la irresponsabilidad de subir tan alto que si no te caes, te congelas. No hay más posibilidades.
Para sobrevivir, quizás, hay que volver a aprender a vivir. A dejar atrás la eterna juventud…
En el nº 2.828 de Vida Nueva.
