Los obispos de Europa piden mayor unidad política en la UE

cardenal Reinhard Marx arzobispo de Munich y presidente COMECE

La COMECE analiza la contribución cristiana al proyecto continental

cardenal Reinhard Marx arzobispo de Munich y presidente COMECE

El presidente de la COMECE, cardenal Marx

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Los obispos de Europa apuestan por la unidad como eje vertebrador de cara al futuro del continente. Tanta importancia le dan a esta cuestión que, en la Asamblea Plenaria de Otoño de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), reunida en Bruselas del 21 al 23 de noviembre, centró la mayor parte de los trabajos de la misma, desarrollada bajo el lema: Unión Europea, ante los retos actuales y la aportación de los cristianos.

En su discurso, el presidente de la COMECE, el cardenal Reinhard Marx, además de valorar la reciente concesión del Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea (UE), recordó la llamada <em>Declaración de Berlín (25 de marzo de 2007), con la que el Consejo Europeo conmemoraba el 50º aniversario de los Tratados de Roma, que constituyeron la fundación de la Comunidad Europea.

Entonces, apuntó el también arzobispo de Múnich, se recalcó con fuerza que “nuestra oportunidad es estar unidos”. Sin embargo, con el estallido, solo un año después, de la crisis que hoy azota a la mayor parte de la población mundial, este sentimiento unitario ha sido puesto en duda desde diferentes ámbitos.

Para combatir este desánimo, Marx invita a la ciudadanía a apoyar el esfuerzo común: “Nosotros, junto al resto de europeos, estamos unidos en la paz para esforzarnos en alcanzar el bienestar y la prosperidad, para nosotros y para el mundo entero. No solo es necesario proclamar esta fórmula, sino ganar a los europeos para este proyecto y atreverse a empezar de nuevo”.

Justicia social

El purpurado, que reconoce que las reformas económicas promovidas en la mayoría de los estados europeos, basadas en los ajustes fiscales y en los recortes sociales, implican grandes “sacrificios impuestos por los gobiernos a la población”, consideró que tales medidas “no deben contradecirse con la justicia social”.

Pero Marx no se limitó a ofrecer una teórica invitación a la esperanza, sino que ofreció un análisis concreto de algunos aspectos que han conducido a la crisis, con el fin de mostrar una salida real a la misma: “Se ha sobrestimado el poder de los gobiernos nacionales para conducir una política económica y presupuestaria que responda a los objetivos de una política monetaria centralizada, con un nivel común de tasas de interés. Ciertamente, se ha evidenciado que los intereses de la unión monetaria necesitarían una política común más fuerte”.

Por el contrario, denuncia, “se ha subestimado el impacto de las tasas de interés bajas y el dinero fácil para los bancos y sus clientes. De ello han resultado burbujas de crecimiento artificiales que ahora han explotado”.

Ante estos graves déficits, advirtió el presidente de la COMECE, se hace necesario generar “confianza” entre la ciudadanía. ¿Cómo? A través de “una unión bancaria, una unión presupuestaria, un reforzamiento en la coordinación de las políticas económicas y una fuerte legitimidad democrática a nivel europeo (es decir, un reforzamiento de la unión política)”. Cuatro ejes de acción que –reiteró el purpurado germano– deben interpelar “a Barroso, Draghi, Juncker y Van Rompuy para que la UE salga de la crisis y se restablezca la confianza”.

Reto espiritual

El cardenal Marx concluyó reiterando su apuesta por la “solidaridad”, entroncada en la unidad de todos los ciudadanos. Un reto también de carácter “espiritual”, en el que puede aportar mucho la comunidad cristiana, presente en todo el continente. Para ello, desde la propia COMECE, se actuará en los próximos meses en una doble dirección.

Por un lado, se llevará a cabo una reflexión conjunta con Cáritas Europa, con el fin de encontrar nuevas vías de compromiso eclesial; y, por otro, se encargó al delegado de Austria, Egon Kapellari, la elaboración de una “oración por Europa” que se pretende extender a nivel continental.

En otro orden de cosas, la Asamblea Plenaria de la COMECE abordó también el estudio de una reforma en su funcionamiento interno, con el fin de procurar “un método de trabajo renovado y más eficaz”. Seguramente, en esta tarea desempeñará un importante papel el nuevo secretario general de la COMECE, elegido en el transcurso del encuentro: Patrick H. Daly, sacerdote inglés de la Diócesis de Birmingham, quien sucede en el cargo al polaco Piotr Mazukiewicz.

En el nº 2.827 de Vida Nueva.

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