La generosidad no es una asignatura pendiente en la Universidad de Sevilla

Entidades eclesiales ayudan a los alumnos con problemas económicos

miembros del Servicio de Atención Religiosa de la Universidad de Sevilla

El sacerdote Álvaro Pereira, con miembros del SARUS

MIGUEL ÁNGEL M. NUÑO, SDB | Entro en Internet, y comienzo una búsqueda en Google: “Universidad Sevilla”. Rápidamente, como primer resultado aparece la dirección www.us.es. Entro. Sigo buscando. Asignaturas, departamentos, cursos de máster y postgrado, doctorados…

En ningún lado aparece un área de conocimiento denominada “Educación para la generosidad”, ni tampoco otra que tenga por nombre “Capacitación para el ejercicio de la caridad”. Nada por el estilo. Está claro que esas “asignaturas” no se aprenden en la Universidad. ¿O sí?

Sea lo que fuere, más allá de apuntes, libros y exámenes, la inquietud y la solidaridad de un grupo de estudiantes, profesores y curas de Sevilla ha dado lugar a una iniciativa singular en su género en el mundo universitario: Cáritas Universitaria.

Y no ha encontrado un mejor hueco donde nacer que el SARUS, el Servicio de Atención Religiosa de la Universidad de Sevilla. Su actual director, el joven sacerdote diocesano Álvaro Pereira, habla con orgullo de esta iniciativa: “El SARUS ya es una realidad consolidada”.

Control de las becas

Ahora, como comenta el director del Servicio, “una de las iniciativas más queridas, que está tomando forma este curso, es Cáritas Universitaria. Y, particularmente, el proyecto de ayudas sociales para universitarios con problemas económicos”. miembros del SARUS de la Universidad de Sevilla

Se trata de un programa coordinado simultáneamente por Cáritas Universitaria, el SARUS y la Hermandad de los Estudiantes, que prevé dotar de 26 ayudas de 500 euros cada una para alumnos con impedimentos económicos tales que dificulten la continuación de sus estudios.

Como es lógico, esta iniciativa no surge repentinamente de la nada. Su historia se remonta a algunos años atrás, a la capilla universitaria y a la Hermandad de los Estudiantes.

Su hermano mayor, Antonio Piñero, cuenta cómo, desde hace tiempo, se venía pensando en la mejor forma de canalizar recursos para fines sociales: “Tengo el honor de presidir una hermandad en la que muchos hermanos pertenecen al mundo universitario. Y, aunque muchos piensen lo contrario, todos los días veo entre tantos jóvenes un fuerte deseo de hacer algo por los demás, una inquietud social y unas ganas de luchar por un mundo más justo. De la mano del SARUS, hemos sido capaces este año de transformar el deseo en realidad”.

Más sobre el sistema de becas, la implicación de la Universidad y la Archidiócesis y la puesta en marcha de Cáritas Universitaria, en el reportaje completo, disponible solo para suscriptores.

La generosidad no es una asignatura pendiente en la Universidad de Sevilla [íntegro]

En el nº 2.826 de Vida Nueva.

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