Justicia y Paz denuncia un Vietnam corrupto, violento y sin libertad

católicos comulgando en Vietnan

católicos comulgando en Vietnan

J. L. CELADA | La Comisión Justicia y Paz (JyP) de Vietnam dio a conocer este mes un informe, que ha remitido a la Conferencia Episcopal, en el que denuncia con dureza el aumento de la corrupción y la violencia, así como la represión de la libertad de expresión y de religión en el país asiático.

El documento, difundido por Eglises d’Asie el día 14, constata que la aplicación de la ley, especialmente a nivel regional, es a menudo arbitraria, y que algunas detenciones violan la legislación vigente y los acuerdos internacionales que el Gobierno se comprometió a respetar.

Y cita el caso de las penas “irracionales y totalmente injustas” impuestas en septiembre a tres jóvenes cristianos en Vinh o a otros tres blogueros en Hô Chi Minh, que son “un ejemplo concreto de violación del derecho a la libertad de expresión y a la libertad de prensa”.

A esta situación, que ha empeorado desde el anterior informe (mayo de 2012), viene a sumarse la nula voluntad de las autoridades de cumplir la ley, y su protección de los intereses de los inversores o grupos privilegiados, mientras que suelen acusar a los contestarios de ser alentados por las “fuerzas hostiles” al Estado. Asimismo, recurren cada vez con mayor frecuencia a “matones” para restablecer el orden.

Por si fuera poco, la corrupción se ha convertido en “un flagelo nacional” –señala el informe– y en el motor de los órganos dirigentes, haciendo de Vietnam uno de los países “menos transparentes” del mundo, donde el tráfico de seres humanos o la trata de mujeres –hasta ahora clandestinos– son ya “oficiales”.

Por lo que respecta a la religión, víctima de una aplicación arbitraria de las leyes sobre libertad religiosa en muchas zonas del país, Justicia y Paz lamenta que la celebración de ceremonias religiosas y la creación de centros de culto fuera de los edificios ya existentes son “operaciones muy complejas”, que dependen por completo de la buena voluntad de las autoridades regionales, “a menudo contrarias” a ello.

Finalmente, el informe considera que, en la sociedad vietnamita actual, el hombre está “alienado”, pues es usado como “una herramienta al servicio de objetivos políticos y económicos”. Hasta el punto de que el sistema educativo forma “hombres instrumentalizados en lugar de personas libres, con responsabilidad e iniciativa”. Todo ello implica, según JyP, que Vietnam aún no cuenta con “una sociedad civil real”.

En el nº 2.825 de Vida Nueva.

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