Mensaje del Papa ante la JMJ Río 2013: “Vosotros sois los primeros misioneros entre los jóvenes”

Les anima no tener miedo a llevar el Evangelio a sus ámbitos, incluido Internet


MARÍA GÓMEZ | Cuando faltan ocho meses para la próxima Jornada Mundial de la Juventud–JMJ, que tendrá lugar en Río de Janeiro (Brasil) del 23 al 28 de julio de 2013, el papa Benedicto XVI ha enviado un mensaje a los jóvenes para invitarles ya no solo a participar en “esta importante cita”, sino a ser testigos activos de la evangelización, especialmente entre la juventud.

“¡Dejaos atraer por él! ¡Vivid esta experiencia del encuentro con Cristo, junto a tantos otros jóvenes que se reunirán en Río para el próximo encuentro mundial! Dejaos amar por él y seréis los testigos que el mundo tanto necesita”, exhorta Benedicto XVI.

El Mensaje, titulado Id y haced discípulos a todos los pueblos quiere ser una llamada misionera que resuene con especial fuerza entre los jóvenes, más en el contexto del actual Año de la fe y del desafío de la nueva evangelización. Una llamada a la que el Papa anima a responder sin miedo: “Vosotros sois los primeros misioneros entre los jóvenes”.

Esta llamada misionera se hace también por otra razón: “Es necesaria para vuestro camino de fe personal”. Y es que, asegura el Pontífice, “no se puede ser un verdadero creyente si no se evangeliza, un reto que se inserta en la tradición y la misión de la Iglesia: “No olvidemos nunca que formamos parte de una enorme cadena de hombres y mujeres que nos han transmitido la verdad de la fe y que cuentan con nosotros para que otros la reciban”.

jóvenes brasileños con la Cruz JMJ para Río Janeiro 2013

Jóvenes brasileños con la Cruz y el Icono de las JMJ, en la clausura de Madrid 2011

Valor y creatividad

La evangelización pasa, indudablemente, por el encuentro personal con Jesucristo: “Cuando le encuentro, cuando descubro hasta qué punto soy amado por Dios y salvado por él, nace en mí no solo el deseo, sino la necesidad de darlo a conocer a otros”.

Por eso Benedicto XVI recomienda a los jóvenes: “Tened el valor de ‘salir’ de vosotros mismos hacia los demás y guiarlos hasta el encuentro con Dios”. Una idea, la de no tener miedo, en la que insiste en varios momentos a lo largo del Mensaje: “No tengáis miedo de proponer a vuestros coetáneos el encuentro con Cristo. Invocad al Espíritu Santo: Él os guiará para poder entrar cada vez más en el conocimiento y el amor de Cristo y os hará creativos para transmitir el Evangelio”.

La tarea de anunciar la Buena Noticia debe realizarse en comunión con la Iglesia, y debe llegar a todos los hombres y mujeres, también a los alejados: “Abramos a todos las puertas de nuestro corazón; intentemos entrar en diálogo con ellos, con sencillez y respeto mutuo. Este diálogo, si es vivido con verdadera amistad, dará fruto”, aconseja del Papa.

Y más adelante, añade “cercanía” y “sencillo testimonio”, y actuar “como el buen samaritano”: Debemos tratar con atención a los que encontramos, debemos saber escuchar, comprender y ayudar, para poder guiar a quien busca la verdad y el sentido de la vida hacia la casa de Dios, que es la Iglesia, donde se encuentra la esperanza y la salvación”.

Evangelizar en Internet

Hay dos campos principales para la misión de los jóvenes. Uno es –como viene repitiendo el Papa en los últimos años– ‘el continente digital’, Internet y las redes sociales: “Sentíos comprometidos a sembrar en la cultura de este nuevo ambiente comunicativo e informativo los valores sobre los que se apoya vuestra vida. (…) Sabed usar con sabiduría este medio, considerando también las insidias que contiene, en particular el riesgo de la dependencia, de confundir el mundo real con el virtual, de sustituir el encuentro y el diálogo directo con las personas con los contactos en la red”, advierte.

El otro es el ámbito de la movilidad, “todos los movimientos migratorios, con los que millones de personas, a menudo jóvenes, se trasladan y cambian de región o país por motivos económicos o sociales. También estos fenómenos pueden convertirse en ocasiones providenciales para la difusión del Evangelio”.

“Como muestra la gran estatua de Cristo Redentor en Río de Janeiro, su corazón está abierto para amar a todos, sin distinción, y sus brazos están extendidos para abrazar a todos. Sed vosotros el corazón y los brazos de Jesús. Id a dar testimonio de su amor, sed los nuevos misioneros animados por el amor y la acogida. Seguid el ejemplo de los grandes misioneros de la Iglesia”, finaliza el Mensaje.

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