“La VR ha realizado un gran esfuerzo de actualización”

participantes en la 67 Asamblea de la Unión de Religiosos de Catalunya 2012

La Unión de Religiosos de Cataluña celebra su 67ª Asamblea General

participantes en la 67 Asamblea de la Unión de Religiosos de Catalunya 2012

JORDI LLISTERRI. Fotos: URC | No es tiempo de autoflagelarse. Esta es una de las actitudes propuestas en la 67ª Asamblea General de la Unión de Religiosos de Cataluña (URC), que se celebró recientemente en Barcelona, y que estuvo centrada en el Año de la fe.

El punto de partida de la Asamblea fue la reflexión de Pere Borràs, exprovincial de los jesuitas y antiguo presidente de la URC. “Creo que la Vida Religiosa (VR) en Occidente ha hecho un gran esfuerzo de actualización. El esfuerzo que se ha hecho de renovación, de ir a las fuentes, de leer los signos del mundo de hoy, es excelente. No podemos tener la sensación de que no se ha avanzado. Todo se puede hacer mejor. pero la línea que se ha seguido globalmente ha sido la acertada”, explicó Borràs.

En el contexto de los 50 años del Vaticano II, el problema que describió son los cambios acelerados en todos los niveles: “Que el mundo cambia muy rápido, es una realidad. El error es no darse cuenta de ello o hacer lo de antes porque es más seguro”.

El trabajo de la Asamblea valoró varios puntos fuertes que tiene hoy la VR. Entre ellos, “el hambre de vida espiritual” que se detecta, con academias y negocios que se dedican a este tema. Ante esta demanda, Borràs recordó que “los religiosos somos especialistas en vida espiritual: venimos de místicos; nuestros fundadores son unos místicos”.

Por ello, los religiosos pueden hacer un gran servicio acogiendo a la persona que busca: “Cada religioso tiene una historia personal para explicar, y si muchos jóvenes conocieran lo que hemos vivido desde que entramos en el noviciado, quedarían impactadísimos”.

Màxim Muñoz, presidente de la Unión de Religiosos de Catalunya, 67 Asamblea 2012

En el centro, Màxim Muñoz, presidente de la URC

Borràs también se refirió a la pobreza: “La sensibilidad por el mundo de los pobres forma parte de nuestro ADN religioso”.

Por su parte, el presidente de la URC, Màxim Muñoz, enmarcó la Asamblea en un contexto eclesial, social y político singular, por los 50 años del Vaticano II y la urgencia de la nueva evangelización, por la crisis y por la agitación política que se vive en Cataluña.

Muñoz denunció la “situación límite” a la que ha conducido la crisis a muchas personas y a los que los distintos gobiernos no saben ofrecer soluciones. “Quizás es el momento de decirles a los que marcan las políticas que esta senda no conduce a ninguna parte y, quizás, conviene forzarlos de alguna manera a encontrar otros caminos que repartan con más equidad unos costes sociales tan elevados”, apuntó.

Diálogo y respeto

En su intervención inicial, el misionero claretiano también recogió ampliamente las reflexiones de los obispos catalanes sobre la articulación política de Cataluña y de la Doctrina Social de la Iglesia sobre este tema.

En este contexto, “complejo y proclive a la confrontación agresiva, los cristianos, y de forma especial los religiosos y religiosas, debemos defender y promover la democracia, el diálogo, el respeto, la capacidad de ponerse en la piel del otro y la voluntad de acuerdo como formas de resolución de conflictos, y rechazar toda actitud que se dirija a atizar la división social o que se base en el menosprecio a la verdad, la agresividad, la amenaza o, por supuesto, la violencia, vengan de donde vengan”.

También apostó por ser los primeros en “defender y promover, con actitudes y gestos bien concretos, la justicia social, los derechos humanos, la atención a los más vulnerables y el respeto de las minorías como base irrenunciable de cualquier solución política”.

La Asamblea contó con la presencia habitual del obispo encargado de la relación con los religiosos de la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), Romà Casanova, que presidió la celebración eucarística. Este curso se celebrará una nueva reunión conjunta con todos los obispos catalanes y representantes de la URC.

En el ámbito más organizativo, se incorporó a la junta directiva la misionera claretiana Pilar Rovira y se reeligió al marista Lluís Serra como secretario general.

En otro orden de cosas, se presentó la renovación a fondo de la web institucional de la URC y la celebración del décimo aniversario del proyecto Benallar, de acogida e inserción laboral en el centro de Barcelona.

En el nº 2.823 de Vida Nueva.

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