Crisis. ¿Por qué? ¿Para quién? ¿Hasta cuándo?

multitud de personas protestan contra los recortes por la crisis y la gestión de los políticos

Cuatro miradas cristianas sobre las causas y consecuencias de la situación actual

multitud de personas protestan contra los recortes por la crisis y la gestión de los políticos

PINO JIMÉNEZ, RAÚL GONZÁLEZ FABRE, PABLO DE BENAVIDES Y JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS | Casi a diario, por toda la geografía española, los colectivos más diversos salen a la calle para expresar su malestar e indignación frente a la deriva actual del país. Por momentos, el tono de la protesta se intensifica, hasta el punto de rodear el Congreso para pedir cuentas a los políticos por esta situación. Mientras tanto, nuestra economía sigue pendiente de un posible rescate. Así las cosas, Vida Nueva quiere ofrecer en estas páginas cuatro puntos de vista sobre la crisis que nos ayuden a entender sus causas y a afrontar con responsabilidad sus consecuencias.

Desde el ámbito universitario, empresarial o de la militancia obrera católica, unos y otros tratan de responder a algunas de esas preguntas que todos nos venimos haciendo de un tiempo a esta parte como ciudadanos y como cristianos.

Pablo Benavides Comunidades Laicas Marianistas

Un plan estratégico para salir de la crisis

PABLO DE BENAVIDES GABERNET, asociado en Consultoría Estratégica Sector Financiero de KPMG

La famosa prima de riesgo parece ser nuestro particular Atila. Sin embargo, es solo el síntoma de la enfermedad. Diagnóstico claro: sobreendeudamiento o déficit de ahorro severo.

Lo que España necesita es un Plan Estratégico para llegar a la España que queremos en 2020, que deje claro que los españoles nos evitaremos recortes en el futuro si somos capaces de mantener los gastos del Estado por debajo de los ingresos.

Se está construyendo una nueva Europa donde la responsabilidad individual va a cobrar un protagonismo que había desaparecido. Ya no va a ser papá Estado el protagonista de nuestro nivel de vida. Deberemos ser menos consumistas, compraremos menos televisores y menos coches y ahorraremos más, porque tendremos que pagar parte de nuestra educación y de nuestra sanidad.

Raúl González Fabre, profesor Ética económica Universidad Pontificia Comillas

De la crisis económica a la crisis ética (y no solo al revés)

RAÚL GONZÁLEZ FABRE, profesor de Ética económica en la Universidad Pontificia Comillas

Empezamos a estar maduros para escuchar mesías que nos prometan una salvación sin esfuerzo nuestro, solo doblegando la voluntad de otros. Trátese de los inmigrantes ilegales, del resto de España que no es nuestro pueblo, de los políticos y banqueros, de las diecisiete autonomías y sus administradores, de la señora Merkel y su amigo Draghi, del Gobierno anterior o del presente, lo esencial de los culpables es que no seamos nosotros.

¿Significa esto que todos somos responsables de la crisis, y que lo somos por igual? Ni una cosa ni otra. Muchas personas han atravesado los años de la prosperidad y atraviesan los de la crisis con toda decencia y conciencia, desarrollando proyectos personales equilibrados y productivos, participando en la vida pública desde un compromiso genuino con el bien común. Ellos son el modelo en que debemos buscarnos todos, el signo de una conversión posible.

Pino Jiménez, presidenta general HOAC

Los derechos sociales, un deber de justicia

Mª DEL PINO JIMÉNEZ GARCÍA, presidenta general de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

Estas medidas ocultan, bajo supuestas cuestiones “técnicas”, opiniones ideológicas que responden a una determinada orientación ética que no se quiere someter a discusión. Es cierto que los condicionamientos técnicos son importantes y deben ser considerados. Pero eso no puede llevar a negar, como se hace, que toda decisión política y económica es también una decisión ética, porque la toman personas.

Y en este terreno hay dos cosas que no se pueden olvidar: el fin no justifica los medios y, sobre todo, las personas nunca pueden ser utilizadas como si fueran instrumentos o cosas.

Es necesario hablar con claridad, aunque suene duro, porque más dura es la realidad que sufren las personas más débiles y empobrecidas de nuestra sociedad. Por eso, consideramos que hay que afirmar sin eufemismos que muchas de las decisiones que se están tomando son injustas e inmorales.

José Ignacio González Faus, SJ, teólogo

Contra crisis, crítica

JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS, responsable del Área Teológica de Cristianismo y Justicia

No sé si el lector conoce lo que ocurrió en 1294 con la elección del papa: los cardenales llevaban más de dos años reunidos sin llegar a un acuerdo (porque eran peleles de las diversas familias –Colonna y Orsini–, tan incapaces de entenderse como hoy PP y PSOE). Hasta que el pueblo se hartó: encerró a todos los cardenales a cal y canto, y les dijo que no saldrían de allí ni para comer, hasta que eligiesen papa. Total: en tres o cuatro días “habuimus papam” (Celestino V).

Pues bien: yo propondría que el pueblo soberano, que es el patrón de todos los políticos –que pueden representarlo, pero no suplantarlo–, dictamine lo siguiente: en adelante, todos los parlamentarios, ministros, alcaldes, gobernadores, presidentes autonómicos, concejales y demás políticosaurios van a tener un sueldo de solos 500 €, sin gastos de representación ni coches oficiales. Esta reforma (¡que no recorte!) será solo temporal y cesará en cuanto España salga de la crisis…

No se hará así, naturalmente, pero, si se hiciera…, ¡a que salíamos de la crisis antes de lo previsto!

En el nº 2.819 de Vida Nueva. Crisis. ¿Por qué? ¿Para quién? ¿Hasta cuándo?, íntegro solo para suscriptores

 

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