La ceremonia de apertura del Año de la fe estará fuertemente vinculada al Vaticano II

ceremonia de inauguración del Concilio Vaticano II, 11 de octubre 1962

Será mañana, jueves 11 de octubre, en la Plaza de San Pedro del Vaticano

ceremonia de inauguración del Concilio Vaticano II, 11 de octubre 1962

Inauguración del Vaticano II, el 11 de octubre de 1962

M. GÓMEZ | Es uno de los momentos más esperados del año, junto con la inaguración del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evagelización, que tuvo lugar el pasado domingo 7 de octubre. Mañana, jueves 11 de octubre, 50 años después de que diera comienzo el Concilio Vaticano II (el acontecimiento eclesial más importante de las últimas décadas), el papa Benedicto XVI proclamará la apertura del Año de la fe, que estará vigente hasta el 24 de noviembre de 2013. Durante la ceremonia se vivirán momentos muy emotivos que quieren rendir más que un homenaje a la importancia de la convocatoria conciliar. [ESPECIAL: El Año de la fe]

“Es de particular importancia que el Año de la Fe se abra el mismo día del 50º aniversario de la inauguración del Concilio Ecuménico Vaticano II. La elección no es casual”, aseguraba ayer en Roma ante la prensa Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización.

Esta coincidencia “brinda la oportunidad de regresar al acontecimiento conciliar que ha marcado de forma determinante la vida de la Iglesia en el siglo XX y de verificar la incidencia de sus enseñanzas, en el transcurso de estas décadas y de los próximos años, que marcarán el compromiso de la Iglesia en la nueva evangelización. De hecho, el Vaticano II quiso ser un momento privilegiado de nueva evangelización”.logotipo de Año de la fe 2012-2013

Por eso el Concilio merece “no solo ser recordado, sino celebrado por parte de la Iglesia” a través del Año de la fe, que supone “una ocasión propicia para reavivar la fe de los creyentes y animarlos con un espíritu de evangelización cada vez más convencido”.

Así, el Año de la fe estará dedicado al “estudio y la profundización de las enseñanzas conciliares para consolidar la formación de los creyentes –en particular con la catequesis– en la vida sacramental de la comunidad cristiana y en su testimonio”, asegura el arzobispo.

Los momentos más significativos

Con estas consideraciones previas, se entiende mejor que en la ceremonia de mañana habrá una importante presencia de signos que evocarán al Concilio. Por ejemplo, se leerán algunos fragmentos de las cuatro constituciones conciliares que caracterizaron el Concilio “y la renovación de la vida de la Iglesia” –añade Fisichella–: Gaudium et spes, Lumen gentium, Dei Verbum y Sacrosanctum Concilium.

A continuación, se repetirá la procesión de obispos que tomarán parte en la celebración solemne y que recordará a la vivida el 12 de octubre de 1962. En ella tomarán parte también todos los padres sinodales que estos días están participando en el Sínodo sobre la Nueva Evangelización, todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo y, muy emotivo, catorce padres conciliares que han podido viajar a Roma (según ha explicado Fisichella, se invitó a 70 padres conciliares que todavía están vivos, pero por su edad o por distintos problemas de salud, no han podido aceptar).

Tras la procesión llegará la entronización de la Palabra de Dios, un gesto que “rememora un momento significativo de los trabajos conciliares, cuando –recordaba el arzobispo–, en las sesiones solemnes en la basílica de San Pedro, llegaba en procesión la Sagrada Escritura, que se colocaba en el centro de la asamblea conciliar, para recordar a todos que estaban al servicio de la Palabra de Dios que es el centro de la atención de la Iglesia”. Incluso se utilizará el mismo atril y la misma Sagrada Escritura de los trabajos conciliares.

Benedicto XVI entregará mensajes al Pueblo de Dios

Al final de la Eucaristía, habrá otra señal indicativa de que “las enseñanzas conciliares mantienen viva su actualidad y todavía merecen ser conocidas y profundizadas”. Igual que entonces Pablo VI entregó una serie de mensajes al Pueblo de Dios, también ahora Benedicto XVI entregará mensajes a representantes de: los gobernantes, científicos y pensadores, artistas, mujeres, trabajadores, pobres, enfermos y personas que sufren, y jóvenes.

Y, puesto que también se está conmemorando el 20º aniversario del Catecismo de la Iglesia Católica, el Pontífice entregará a dos representantes de los catequistas una edición especial publicada con motivo del Año de la fe.

“Los años pasan –concluía Fisichella–, pero la fuerza del Vaticano II permanece con su carga de deseo de que el Evangelio de Cristo llegue al mundo entero. Lo hacemos con el intento de ofrecer a los cristianos otro motivo para sentirse parte de una Iglesia que no conoce confines y que cada día renueva su fe en el Señor con su compromiso de vida”.

 

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