La catedral de Tarragona recupera sus ricas policromías

La restauración del templo descubre murales de los siglos XIV y XVI

catedral de Tarragona policromías después de la restauración

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | “Es impresionante. Ha pasado de ser una catedral gris y triste a lucir ahora luminosa y sorprendente”. Las palabras de mossèn Miquel Barbarà, deán de la catedral de Tarragona, recogen el renacer de un templo en el que han vuelto a lucir valiosas policromías sobre muros, bóvedas, nervios, claves, impostas, capiteles y columnas, datados entre los siglos XIV y XVI.

“No sospechábamos que pudiera ser tan excepcional”, afirma Antonio Martínez Subías, delegado diocesano para el Patrimonio Artístico, Documental y Arte Sacro del Arzobispado de Tarragona, al frente también de la restauración del templo.

Esos rojos, azules, blancos, ocres, verdes, dorados que luce la piedra catedralicia estaban ocultos por un manto de pintura gris desde 1774 y que, durante los dos últimos años, ha sido eliminado por completo. La finalización de la cuarta fase de la restauración de la catedral ha permitido abrir de nuevo el templo al culto en la nave central, pero, sobre todo, devolverle el aspecto que debió tener en pleno Renacimiento.

A falta de la quinta y última fase –sin financiación, de momento–, la rehabilitación integral de la catedral de Tarragona dura ya quince años, período en el que su transformación ha sido asombrosa. “Impacto de luminosidad natural, ámbitos más diáfanos y diferenciados estructuralmente, protagonismo de los vitrales, singularidad escultórica de los distintos capiteles y serena majestuosidad de las proporciones arquitectónicas –describe Martínez Subías–. Este es el escenario actual que ha de realzarse mediante el proyecto de iluminación consensuado por el Cabildo”.catedral de Tarragona policromías después de la restauración

Martínez Subías ve “positivo” el resultado de los trabajos de esta cuarta fase de restauración del Plan Director de la catedral de Tarragona que, básicamente, como añade el propio delegado diocesano, “ha consistido en la limpieza de la estructura interior, a excepción de las capillas laterales ubicadas entre los contrafuertes de las naves laterales”, que han permitido devolver el cromatismo natural a la piedra y recuperar ricos murales y policromías extraordinarias una vez eliminada la pintura gris de 1774.

La joya más notoria

Las policromías de la capilla de Santa Maria dels Sastres han sido definidas como las más notorias –la joya– de entre todas las recuperadas. “Esta capilla nos ofrece el conjunto iconográfico mayor y mejor conservado mediante dos secuencias. La primera, sobre el dintel de la puerta de acceso al presbiterio, representa al arzobispo Pere de Clasquerí revestido de pontifical y arrodillado ante el sitial de la Virgen María con su Hijo en el regazo. La segunda, rodea la urna sepulcral de ese prelado flanqueada por los santos Tecla y Pablo”, describe Martínez Subías.

En ella se sitúa el punto de partida del itinerario que recomienda a los visitantes para ver la riqueza recuperada de la catedral basílica, metropolitana y primada.

jcrodriguez@vidanueva.es

En el nº 2.818 de Vida Nueva. La catedral de Tarragona recupera sus ricas policromías, íntegro solo para suscriptores

Compartir