Isabel la Católica

JESÚS SÁNCHEZ ADALID | Sacerdote y escritor

“Una vez más, se ha desaprovechado una oportunidad de oro en la televisión con la serie basada en la vida de Isabel la Católica…”.

El cine histórico sigue siendo la asignatura pendiente de la filmografía española. Y, una vez más, se ha desaprovechado una oportunidad de oro en la televisión con la serie basada en la vida de Isabel la Católica.

Es una lástima. La historia en sí da para mucho; tiene todos los ingredientes para haber hecho un producto interesante y de calidad. Sin embargo, se queda en un quiero y no puedo; que claudica ante la mediocridad a que nos tienen acostumbrados estos espacios: demasiados efectos de ordenador, protagonistas simplones de pura fachada, escasísimo rigor histórico, diálogos pobres y concesiones al recurso fácil del sexo.

La cabecera es preciosa, pero todas las expectativas se desinflan ante la protagonista principal, Isabel. La interpretación de la actriz elegida resulta artificial, nada convincente; en fin, como si se tratara de un teatrillo de colegio.

El personaje de Isabel de Castilla tiene una fuerza inconmensurable; es rotundo; está revestido de fe, dignidad y, sobre todo, esperanza. Porque la reina católica siempre miró esperanzada hacia delante; era una mujer creyente. Sin embargo, en la serie, sus creencias aparecen infantiles y se reducen a unos simples rezos vacíos.

Creo que se podía haber hecho algo mucho más meritorio con el presupuesto gastado. Cabe preguntarse: ¿no hay nadie capaz de asesorar a los directores y realizadores? O es que, sencillamente, no les interesa acertar sino en la cifra de audiencia. Gran torpeza, puesto que el público no es tonto.

En el nº 2.818 de Vida Nueva.

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