‘Ecclesia in Oriente Medio’

CARLOS AMIGO VALLEJO | Cardenal arzobispo emérito de Sevilla

“No solo se trata de una exhortación importante desde el punto de vista eclesial, sino que puede ser considerada como un importante documento acerca de la situación del Medio Oriente…”.

En la fiesta de la Santa Cruz gloriosa, y en la catedral de San Pablo de Harissa, en Beirut, Benedicto XVI firmaba la exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in Oriente Medio, fruto del Sínodo especial celebrado en el Vaticano en octubre del año 2010.

No solo se trata de una exhortación importante desde el punto de vista eclesial, sino que puede ser considerada como un importante documento acerca de la situación del Medio Oriente, con unas líneas de reflexión y una llamada a la responsabilidad, tanto de los líderes religiosos y políticos, como de los distintos grupos sociales.

La palabra diálogo se repite una y otra vez, subrayando los distintos contextos geográficos, religiosos, culturales y sociopolíticos. Con las gentes que viven en Oriente Medio, y también con tantos hombres y mujeres que han sido desplazados por la intransigencia, el miedo y las humillaciones. La paz solamente puede llegar con la justicia y el reconocimiento de los derechos. En una actitud reconciliadora, en la que no se debe olvidar la obligación de pedir perdón, tanto en el ámbito privado como en el comunitario.

Un tema muy importante en esta exhortación postsinodal es el de la laicidad, que implica, en su mejor interpretación, colaboración entre política y religión y garantía de libertad religiosa. Pero esa laicidad malentendida acaba en el secularismo, erradicando cualquier atisbo de expresión pública religiosa, especialmente cristiana, y que conduce a un integrismo que capitaliza lo religioso, utilizándolo como pretexto para la violencia y para conseguir unos intereses completamente ajenos, y hasta contrarios, a la religión.

Punto muy importante es el de la libertad religiosa, que implica el poder elegir libremente la religión que uno, en conciencia, debe seguir. No es suficiente la tolerancia, sino que se requiere una verdadera libertad personal para vivir, privada y públicamente, conforme a las propias convicciones religiosas.

En su exhortación, el Papa pide, en nombre de Dios, particularmente a los responsables políticos y religiosos, que trabajen no solamente por erradicar los males que se padecen actualmente, sino que eliminen las causas que los han producido, pues solamente así será posible llegar a la tan deseada paz.

Quiere el Papa que este texto sea “una guía para avanzar por los caminos multiformes y complejos en los que Cristo os precede. Que la comunión en la fe, la esperanza y la caridad se fortalezcan en vuestros países y en cada comunidad para hacer creíble vuestro testimonio del solo Santo, el Dios Uno y Trino, que se ha hecho cercano a cada persona”
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Decía Benedicto XVI: “Ecclesia in Oriente Medio nos permite repensar el presente para considerar el futuro con la misma mirada de Cristo. Por sus orientaciones bíblicas y pastorales, por su invitación a una profundización espiritual y eclesiológica, por la renovación litúrgica y catequética que propugna, por su llamamiento al diálogo, quiere trazar un camino para encontrar lo esencial: la sequela Christi, en un contexto difícil y a veces doloroso, un contexto que podría hacer aflorar la tentación de ignorar u olvidar la cruz gloriosa” (Harissa, Basílica de San Pablo, 14-9-2012).

En el nº 2.818 de Vida Nueva.

 

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