Comienza la Misión Madrid

eucaristía de apertura de Misión Madrid en la catedral de la Almudena

Esta iniciativa, que se enmarca en el Año de la fe, es una oferta de nueva evangelización

eucaristía de apertura de Misión Madrid en la catedral de la Almudena

J. FANDIÑO | El pasado 30 de septiembre, la explanada de la Almudena acogió una eucaristía, presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, para dar el pistoletazo de salida a la Misión Madrid, una iniciativa que, en palabras del propio purpurado, “es una acción extraordinaria, desde el punto de vista pastoral y apostólico de la Archidiócesis, que se quiere poner en marcha para responder a la llamada del Señor que hemos escuchado claramente formulada a través de la voz del Papa, que invita a la Iglesia a vivir un Año de la fe como una oferta de nueva evangelización”.

En la misa concelebraron el nuncio en Kazajistán, el madrileño Miguel Maury, así como los auxiliares de la diócesis, los vicarios, arcipestres y numerosos sacerdotes.

En la homilía, Rouco Varela explicó que “la Iglesia es misionera por esencia, por naturaleza, por finalidad. Un cristiano también lo es. Debe de ser siempre testigo del amor, de la verdad, de la esperanza de Cristo. Y la Iglesia es la realidad visible, estructurada, organizada como una gran comunidad, con sus carismas, con los ministerios que el Señor ha instituido”.

“Queremos mostrarlo con una forma de entrega, de nuestra vocación y misión, extraordinariamente para Madrid y para la Iglesia, en comunión con todas las diócesis de España, con la Iglesia universal, con el Santo Padre”, añadió.

Y ante una situación marcada por la pérdida de la fe y por la crisis económica, invitó a los presentes a la misión, a “proponer a Cristo con palabras, con ideas, en la cultura, el pensamiento, el arte”. “Él es el logos de Dios hecho carne por nosotros, y hay que darlo a conocer en toda su verdad. Por eso, los pecados contra la fe son especialmente graves, ya que atentan contra el contenido mismo de lo que se anuncia, y afectan a la verdad de lo que se anuncia. Tenemos que comunicar la verdad, sin miedo”, aseguró.

Según dijo, urge evangelizar “con la palabra y con las obras”, para lo que se necesita “misericordia, perdón y ayuda del Señor”. “No hay ninguna época de gran fecundidad apostólica que no pase por una conversión”, añadió.

El purpurado madrileño tuvo palabras de agradecimiento para quienes habían participado, durante el fin de semana, en la peregrinación a Fátima, primer gran evento de la Misión Madrid. “Ha sido una peregrinación simbólica de la Archidiócesis al Santuario de Fátima como preludio espiritual, pastoral y fraterno de esta celebración con la que comenzamos la Misión”.

En el nº 2.818 de Vida Nueva.

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