Sant’Egidio derrama fe y paz en Sarajevo

líderes de varias religiones en el Encuentro Interreligioso por la Paz de Sant'Egidio 2012 en Sarajevo

Oración interreligiosa al cumplirse 20 años de la guerra de los Balcanes

líderes de varias religiones en el Encuentro Interreligioso por la Paz de Sant'Egidio 2012 en Sarajevo

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Coincidiendo con el 20º aniversario del estallido de la guerra de los Balcanes, uno de los conflictos más desgarradores de finales del siglo XX, la Comunidad de Sant’Egidio ha querido conmemorar en Sarajevo, la capital de Bosnia y Herzegovina, su anual Encuentro Interreligioso de Oración por la Paz.

Así, del 9 al 11 de septiembre, el movimiento eclesial fundado por Andrea Riccardi ha vuelto a reunir, además de a varios miles de participantes, a destacadas personalidades del ámbito político y social. Tal es el caso del primer ministro italiano, Mario Monti; el presidente del Consejo Europeo; Herman Van Rompuy; o los máximos dirigentes de los países surgidos de la antigua Yugoslavia.

En lo religioso, la presencia de representantes de distintas confesiones no ha sido menos significativa, con la intervención de los cardenales Roger Etchegaray y Vinko Puljic (titular de Sarajevo); el patriarca Irineo, de la Iglesia ortodoxa bosnia; Mustafa Ceric, gran muftí de Bosnia y Herzegovina; o Jacob Finci, presidente de la Comunidad Judía del país balcánico.

El propio Benedicto XVI, a través de un mensaje enviado por su secretario de Estado, Tarcisio Bertone, destacó la importancia de los encuentros internacionales por la paz, que conmemoran el Encuentro de Asís en el que Juan Pablo II, en 1986, reunió en la ciudad italiana a representantes de las principales confesiones del mundo.

Pero el Papa va más allá y señala que esta edición de Sarajevo “asume un valor especial”, pues en esta ciudad, a principios del siglo XX, se originó la Primera Guerra Mundial y, en la década final, se desató una guerra fraticida que horrorizó al mundo. “Hoy, desde Sarajevo –profundiza la misiva– quiere salir un mensaje de paz, gracias al encuentro de muchos hombres y mujeres de religiones distintas. La paz necesita apoyo de corazones y mentes que busquen la verdad, se abran a la acción de Dios y tiendan sus manos a los demás”.

Muy emotiva resultó la intervención de Etchegaray. En la ceremonia de clausura, el presidente emérito del Pontificio Consejo Justicia y Paz recordó un viaje que realizó a la ciudad como mediador, en nombre de Juan Pablo II (quien visitaría el país en 1997), en un momento de total bloqueo, que le obligó a cruzar “a través de un túnel de ochocientos metros de largo y uno y medio de ancho, y que unía el monte Igman y el aeropuerto”.

En contraste con esa dramática situación de guerra de hace dos décadas, el purpurado manifestó su alegría porque, reunidos ahora los representantes de todas las confesiones en la zona, han podido rezar “el viernes en una mezquita, el sábado en una sinagoga y el domingo en la catedral ortodoxa y luego en la catedral católica”.

Para concluir, Etchegaray clamó por la paz entre las personas: “Sarajevo, te digo hoy: ¡Tened valor! ¡Ánimo! Aprended a vivir juntos otra vez, a mirar el uno al otro sin tomar parte, como si todo fuera completamente nuevo y fresco. Coraje para hacer esta tierra habitable para las personas que son hermanos y amados por el mismo Padre de la familia humana. (…) Ahora, dad la mano al vecino, sea quien sea, y juntos levantad las manos unidas a Dios”.

Radiografía del mundo

Además de las numerosas y multitudinarias celebraciones litúrgicas y conferencias, en el encuentro de Sarajevo también hubo espacio para grupos de trabajo en los que se abordaron todo tipo de asuntos, desde los estrictamente espirituales hasta los pertenecientes a distintos fenómenos sociales y políticos.

Como muestra de esta especie de radiografía del mundo, valgan los títulos de algunos de estos paneles: Inmigración, de la emergencia a la integración; Mediterráneo, el espacio del encuentro; Jóvenes y ancianos, el encuentro necesario entre generaciones; ¿Más o menos Europa?; Las religiones en Asia, un alma para el desarrollo; El pluralismo en el futuro del mundo árabe; África, tierra de oportunidades; Los pobres nos interrogan; Sin familia no hay futuro; Crisis ecológica y nuevos estados de vida; Convivir en la globalización; La gratuidad en el mundo-mercado; Islam y democracia; A cincuenta años del Concilio Vaticano II: confrontación de visiones; o El ‘Espíritu de Asís’ en Oriente: las religiones japonesas dialogan. Un análisis pormenorizado, en definitiva, de los escenarios en los que se configura el mundo contemporáneo.

En el nº 2.816 de Vida Nueva.

 

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