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Los excesos del amor


Una obra de Nurya Martínez-Gayol (San Pablo-Comillas, 2012). La recensión es de María Dolores López Guzmán

Los excesos del amor, Nurya Martínez-Gayol, San Pablo-Comillas

Los excesos del amor. Figuras femeninas de Reparación en la Edad Media (siglos XI-XIV)

Autora: Nurya Martínez-Gayol

Editorial: San Pablo-Comillas, 2012

Ciudad: Madrid

Páginas: 360

MARÍA DOLORES LÓPEZ GUZMÁN | Magnífico libro que tiene como objetivo principal profundizar en el significado del concepto de “reparación” a través de la vida de cinco mujeres excepcionales: Hildegarda de Bingen (1098-1179), Lutgarda de Aywières (1182-1246), Gertrudis de Helfta (1256-1301/2?), Ángela de Foligno (1248/9?-1309) y Catalina de Siena (1347-1380).

Esta obra puede considerarse una prolongación del tratado sobre historia, teología y espiritualidad de la reparación que la misma autora dirigió hace unos años: Retorno de amor (Salamanca, 2008). En aquella ocasión contó con las colaboraciones de compañeros profesores de la Universidad Pontificia Comillas, que analizaron el término desde diferentes perspectivas según sus especialidades (Ángel Cordovilla desde la soteriología; Mª Jesús Fernández Cordero analizando su desarrollo en la Historia Moderna y Contemporánea; y el actual superior general de los Carmelitas, Fernando Millán Romeral, situándolo en el marco del sacramento de la Penitencia).

En ese amplio estudio sobre la reparación, Nurya Martínez-Gayol fue la encargada de escribir el capítulo acerca de la historia de la espiritualidad de este vocablo desde la Patrística hasta la Edad Media, un auténtico preludio de esta nueva obra que desarrolla, profundiza y, sobre todo, ejemplifica este análisis anterior.

Culmina así un deseo de la autora –Esclava del Sagrado Corazón de Jesús–, largamente acariciado, de rastrear los orígenes del término “reparación”, parte central de la espiritualidad de su congregación. Así, desde el respeto a la Tradición y el amor profundo a su propia consagración religiosa, se acerca con rigor y seriedad a estas mujeres medievales con rasgos modernos buscando la seña de identidad de cada una de ellas y su aportación particular a la vivencia y formulación del concepto.

Un esfuerzo digno de reseña, pues la autora, en su trayectoria teológica, ya ha ido dando muestras de un estilo a tener en cuenta, que se plasma en cuatro notas características: un afán de fundamentación, que se refleja no solo en la amplia bibliografía que habitualmente maneja, sino en el deseo de ser fiel a las fuentes con el fin de contrastar sus propias reflexiones, insertarse dentro de una tradición de pensamiento, y no atribuirse hallazgos de otros; una intención de hacer “teología vital” en la que dogmática, historia y espiritualidad estén unidas; una escucha atenta del Magisterio fruto de una opción teológica eclesial; y un deseo de ampliar la mirada femenina tan a menudo considerada “sospechosa” en el campo de la teología, no solo a través de temas habitualmente asociados a las mujeres, sino a toda la experiencia de Dios en su conjunto.

Es indudable que la mujer se detiene en detalles y aporta subrayados distintos respecto al varón. De ahí su valor y su necesidad.

Perspectiva moderna

Una primera parte introductoria la dedica Martínez-Gayol a vincular la “reparación” a cuestiones que todas las generaciones se plantean: el sentido del sufrimiento, la compasión, la justicia con las víctimas y el perdón. Una actualización del término que ayuda a mantener la perspectiva moderna incluso en la lectura de la vida de estas mujeres de la Edad Media.

Las cinco comparten una reconocida santidad y una doctrina sólida aceptada por el Magisterio y sancionada por la Tradición, algo que sorprende gratamente al comprobar sus audaces formulaciones así como sus extraordinarias y arriesgadas experiencias.

Todas ellas comparten, además, un denominador común, que es el que ha dado título al libro: el exceso de amor del Corazón de Cristo hacia cada una de ellas en particular y a toda la humanidad en general, que las alimenta y empuja a ser –también a ellas como al Señor– excesivas en sus manifestaciones amorosas con ese Dios y, desde Él, con los pobres y la Iglesia, necesitada asimismo de reparación.

Hildegarda, abadesa de Bingen, fue durante siglos la única mujer autorizada para predicar al pueblo y al clero en espacios públicos; Lutgarda, monja cisterciense en Aywières se quedó ciega once años antes de su muerte y, sin embargo, hablaba del fuego por el amor de Dios; Gertrudis la Grande (no solo hay hombres magnos), perteneciente a la floreciente escuela de Helfta, se ganó a pulso el ser considerada la teóloga del Sagrado Corazón; Ángela de Foligno, mística de la “vía de la cruz”, se hizo la pregunta que ha quedado inscrita en los anales de la espiritualidad reparadora: “¿Qué puedo hacer por Ti, que has hecho tanto por mí?”; y Catalina de Siena, doctora de la Iglesia, dio a la expiación una dimensión sociopolítica.

Datos todos ellos que mueven, sin lugar a dudas, la curiosidad y el deseo de conocer en profundidad a estas mujeres que han marcado la Tradición y que bien merecen un reconocimiento no solo experiencial sino doctrinal, al mismo nivel que otros nombres insignes de varones de Dios.

Lectura recomendable

Una lectura, por tanto, especialmente apetecible y recomendable no solo para las congregaciones con espiritualidad reparadora (que son muchas y significativas), sino para todos los que quieran profundizar en un concepto enormemente actual a través de la vida intensa de estas mujeres.

La presente obra de Nurya Martínez-Gayol está llamada a convertirse en un referente sobre estos temas “arrinconados”, que ha querido “refrescar” a través de las palabras y las obras de unas figuras vibrantes y teológicas. Porque, como dice la autora, “la verdadera reparación es preciso descubrirla en acto”.

Es posible que, de este modo, algunos escépticos descubran que hay una vía insólita, abierta por el Señor (a través de la cual nos invita a adentrarnos), para reparar lo que a todas luces se nos presenta, como a ellas en su día, irreparable.

En el nº 2.816 de Vida Nueva.

Actualizado
20/09/2012 | 19:26
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