Agustinos Recoletos, un centenario para la renovación

agustinos recoletos celebran su centenario como orden religiosa

La orden celebra el aniversario de su declaración como orden religiosa

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F. OTERO | Los Agustinos Recoletos están de celebración, pues acaban de comenzar la conmemoración del centenario de su declaración como orden religiosa. Y lo hiceron el pasado 16 de septiembre con un acto simultáneo en 19 países: España, México –donde estuvo presente el prior general, Miguel Miró–, Colombia, Filipinas, entre otros.

En España, la celebración tuvo lugar en la iglesia parroquial de Santa Rita en Madrid y fue presidida por el cardenal arzobispo Antonio María Rouco Varela, quien felicitó a los miembros de la orden y recordó la importancia del carisma de san Agustín para toda la Iglesia y el compromiso de la familia agustino-recoleta para mantener vivo, actualizar y dar como regalo a la Iglesia este carisma.

Estuvieron presentes el vicario general de la orden, José Ramón Pérez; los priores provinciales de España, la prioras generales de las Misioneras Agustinas Recoletas y de las Agustinian Recollect Sister, miembros de las Fraternidades Seglares y medio centenar de religiosos llegados de comunidades de toda España.

Tal y como explicó a Vida Nueva Pablo Panedas, consejero general de la Orden y coordinador del Centenario, esta efeméride tiene una doble vertiente: una de corte histórico y otra referente a la renovación. “Hemos dejado la primera en segundo lugar, y queremos centrarnos en la tarea de renovación ya establecida en el último Capítulo General”.

Del mismo modo que el reconocimiento como orden religiosa fue un espaldarazo y un nuevo renacer allá por 1912, momento en el que se vieron forzados a reorganizarse y a abrir nuevos campos misionales, pretenden que hoy suceda lo mismo y este evento ayude a la revitalización. “Se trata de volver a la experiencia de renacer”, añade Panedas.

Con indulgencia plenaria

Para que subrayar la importancia de la celebración, los Agustinos Recoletos han logrado, de la Penitenciaría Apostólica, la concesión de indulgencia plenaria. Su intención es que sea un centenario con orientación espiritual, “un jubileo centrado en el perdón y la renovación interior, más que un festejo externo y formal”.

De esto mismo ya había hablado el prior general en un comunicado oficial dirigido a toda la familia agustino-recoleta el pasado mes de agosto: “Aprendamos de la entrega y santidad de tantos hermanos, así como también de los errores de entonces y de ahora. Y pidamos con humildad perdón al Padre de la Misericordia”.

En el nº 2.816 de Vida Nueva.

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