África espera recibir la Buena Noticia del testimonio de los seglares

mujeres y hombres laicos en África en una misa

Celebrado en Camerún el Congreso Panafricano de Laicos Católicos

mujeres y hombres laicos en África en una misa

ALBERTO EISMAN | Del 4 al 9 de septiembre, 300 representantes de los diferentes estamentos eclesiales se han reunido en la Universidad Católica de África Central en Yaoundé (Camerún) bajo el lema Ser testigos de Jesucristo hoy en África: Sal de la tierra, luz del mundo (Mt 5, 13-14), para participar en un Congreso Panafricano de Laicos Católicos organizado por el Pontificio Consejo para los Laicos.

Este Congreso tiene lugar meses después de que el Papa publicara la exhortación apostólica Africae Munus, resultado del segundo Sínodo Especial para África, un documento que todavía se está dando a conocer en las Iglesias africanas y que recoge los principales desafíos sociales, económicos, históricos y culturales a los que se enfrenta la Iglesia católica en África.

El cardenal Stanislaw Rylko, presidente del dicasterio, abrió las jornadas con un mensaje de Benedicto XVI, quien señaló que, aunque los problemas de África parezcan a veces demasiado complejos para ser solucionados, los pueblos de este continente han mostrado de una manera consistente una gran fortaleza a través de su fe.

“Sin embargo, si nos fijamos de una manera más profunda en el corazón de los pueblos africanos, descubrimos una gran riqueza en valores espirituales, que son preciosos para nuestro tiempo”, resaltó el Pontífice.

La designación de África como “el continente de la esperanza” no es un cliché, sino que, para el Papa, “indica el luminoso horizonte que se abre con la mirada de la fe”.

Los valores del continente

Entre los valores más importantes de este continente, el Santo Padre destacó el amor a la vida y a la familia, el sentido del compartir y de la alegría y el entusiasmo a la hora de vivir la fe en el Señor, expresado en liturgias que, según el mensaje, han quedado muy grabadas en su corazón.

Finalmente, Benedicto XVI exhortó a los laicos africanos a que sean embajadores de Cristo, siendo conscientes de que los pueblos de África esperan recibir la Buena Nueva de los laicos, especialmente de los involucrados en comunidades y movimientos eclesiales de la Iglesia.

Entre las conferencias y debates que tuvieron lugar durante el Congreso, caben destacar “El laicado africano según la exhortación apostólica Africae Munus”, presentado por el cardenal Peter K. Turkson; “El tema de África hoy en sus dimensiones social, geopolítica, económica y cultural”, a cargo de la profesora Marie Therese Megue; y “Jesucristo en suelo africano: prioridades, problemas y desafíos para la Iglesia en África”, que fue impartida por el obispo Barthélemy Adoukonou, secretario del Pontificio Consejo para la Cultura, junto con otros temas relativos a la vocación, misión y formación del laicado en África.

Comunicado final

Un comunicado final resumió el espíritu de estos días y los contenidos recogidos en las diferentes intervenciones, desde la importancia de la formación del laicado –que es un derecho de todos los laicos y no un privilegio para algunos, así como un deber de la Iglesia– hasta el deber de testimoniar a Cristo en medio del mundo y en un ambiente a veces hostil y a contracorriente, pasando por el crucial papel del laicado a la hora de defender la dignidad integral de la persona humana, el derecho a la vida y el compromiso social, esencial para la transformación de la sociedad y que procede de una espiritualidad de verdaderos discípulos.

El manifiesto concluye con un especial recuerdo para las personas que sufren, haciéndoles saber que no están solas y que tanto Cristo como su Iglesia les acompañan en el sufrimiento.

En el nº 2.815 de Vida Nueva.

 

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