‘El amigo de mi hermana’: tres son multitud

El amigo de mi hermana - fotograma pelicula

El amigo de mi hermana - fotograma pelicula

J. L. CELADA | Dos hermanos, dos hermanas, dos amigos, sendas pérdidas –por muerte y por separación– con sus respectivos procesos de duelo… Todo ello conforma el armazón argumental de < em>El amigo de mi hermana, último largometraje de Lynn Shelton.

Con él ha acudido a festivales como los de Sundance, Toronto o Tribeca. Y no es casualidad que la directora y guionista estadounidense se haya presentado a tales certámenes de corte independiente, porque, lejos de lo que pudieran sugerir su título o su cartel, este trabajo se desmarca de muchas otras historias una y mil veces contadas, vistas y hasta recordadas en torno al subgénero de la amistad.

La propuesta de Shelton se sitúa en ese territorio impreciso entre la comedia y el drama que ocupa la vida, justamente allí donde surgen los conflictos y se esboza una posible salida a los mismos. A delimitarlo contribuyen la naturalidad con la que los personajes pasan de la risa al llanto y un escenario que invita a buscar(se) en medio de tantas preguntas y a encontrar respuestas.

Una solitaria casa en una isla cercana a la costa de Washington es el lugar de encuentro del trío protagonista. Aunque por distintos motivos, dos de ellos se retiran a este recóndito paraje con el único propósito de poner en orden sus ideas y rearmar su puzzle vital. Sin embargo, tras una noche de tequilas, confidencias y otros detalles que conviene no desvelar, todo se antoja más liado y embarazoso que unas pocas horas antes.

Pronto quedará claro que tres son multitud, más aún cuando, a la luz del día, los temores nocturnos cobren visos de realidad. También los deseos tanto tiempo silenciados se desperezan de su plácido sueño. Ha llegado la hora de la catarsis. Atrás quedan las largas conversaciones sobre la familia, los lazos fraternos o los grandes amigos. Por delante, un cúmulo de sentimientos encontrados que amenazan con echar por tierra unas relaciones que parecían firmemente asentadas.

No es que el intercambio de diálogos que se produce entonces venga a revolucionar el universo afectivo y cinematográfico, pero sí deja a su paso la sensación de que el humor, la frescura y un aprovechamiento inteligente de la improvisación interpretativa proporcionan a esta cinta un valor añadido.

No tanto como para compensar la sangrante subida del dichoso impuesto aplicada al cine con fecha 1 de septiembre, aunque lo suficiente como para no maldecir durante una semana los 9,50 euros pagados por la entrada.

Precios al margen, El amigo de mi hermana arroja una nueva mirada sobre un tema explotado hasta la saciedad, pero que aquí adquiere una interesante perspectiva gracias al buen hacer de su reparto y a una cámara que, en contra de lo habitual, viaja del primer plano al plano general, en un tránsito que acompaña con elegancia el fluir sosegado de la narración.

Una digna película, en suma, para paliar cualquier episodio de ansiedad a la espera del chaparrón otoñal de estrenos.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Your sister’s sister.

GUIÓN Y DIRECCIÓN: Lynn Shelton.

FOTOGRAFÍA: Benjamin Kasulve.

MÚSICA: Vinny Smith.

PRODUCCIÓN: Steven Schardt.

INTÉRPRETES: Emily Blunt, Mark Duplass, Rosemarie Dewitt, Mike Harring, Mike Birbiglia

En el nº 2.814 de Vida Nueva.

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