Conmoción en el Vaticano: de Tedeschi a Gabriele

Destituyen al presidente del IOR y detienen al primer topo de ‘vatileaks’

Ettore Gotti Tedeschi y Paolo Gabriele

El banquero E. Gotti Tedeschi y el mayordomo P. Gabriele

ANTONIO PELAYO. ROMA | Pocas veces hemos asistido a un clima de tanta incertidumbre y desconcierto en el Vaticano. A los informadores no nos queda más remedio que certificar un estado de cosas nada favorable a la imagen de la Iglesia. “El Vaticano en plena tormenta”, titulaba el 26 de mayo en Le Figaro su nada sospechoso comentarista de temas religiosos, Jean-Marie Guénois, y al día siguiente Le Monde ratificaba una casi idéntica impresión: “El Vaticano, en la tempestad de los vatileaks”.

Por no hablar de la prensa italiana de todos los colores, que durante esta última semana ha reservado los titulares más destacados de sus primeras páginas a la tromba de acontecimientos que tuvo como prólogo la publicación del libro Su Santidad. Los papeles secretos de Benedicto XVI, del que ya hablamos en nuestra crónica de la semana pasada.

El 24 de mayo, la Sala de Prensa de la Santa Sede emitió un comunicado según el cula el Consejo de Supervisión del Instituto para las Obras de Religión [IOR], reunido en sesión ordinaria, adoptaba “por unanimidad una moción de desconfianza al presidente [Ettore Gotti Tedeschi] por no haber cumplido varias funciones de primera importancia para su cargo”.

Del citado comunicado sorprende la ausencia de una frase, al menos ritual, de agradecimiento al cesado por los servicios hasta ahora prestados y la insistencia en el incumplimiento de sus funciones por parte de Gotti Tedeschi, así como del deterioro de la situación.

El directamente interesado ha declinado por ahora hacer declaraciones, limitándose a decir: “No he traicionado jamás al Papa y desprecio a quien lo haya hecho; yo no lo haré. Prefiero no hablar; de otra manera, solo diría palabras feas”.

El mayordomo

Para enrarecer todavía más la atmósfera, en la tarde del miércoles 23 de mayo –aunque la noticia no saltó hasta horas más tarde– la Gendarmería Pontificia, que dirige el comandante Domenico Giani, detuvo a Paolo Gabriele. Este seglar de 46 años, casado y padre de tres hijos, es definido en el Anuario Pontificio como aiutante di camera, lo que equivaldría a ‘ayudante de cámara’ o al término francés de valet de chambre.papa Benedicto XVI

En La Stampa, Andrea Tornielli escribe: “Que el caso vatileaks no ha acabado y que el ayudante de cámara no era un hombre aislado lo piensan muchos en el Vaticano, los cuervos verdaderos o presuntos hay que buscarlos más arriba. Lo que emerge de lo que nos cuentan nuestros informadores es la existencia de un verdadero movimiento subterráneo que parte de abajo, pero que ha llegado a comprometer a personas cercanas a obispos y cardenales que quieren ayudar al Papa, aunque el éxito de esta batalla será debilitarlo”.

 

La tristeza en el corazón del papa

M. GÓMEZ | “Los últimos sucesos de estos días acerca de la Curia y mis colaboradores han llevado tristeza a mi corazón”, confesó el Papa en la audiencia general del miércoles 30 de mayo.

Son las primeras palabras públicas y explícitas de Benedicto XVI a propósito de los acontecimientos que se están sucediendo en el Vaticano. Unos hechos que, según el Pontífice, no deberían malinterpretarse: “Se han multiplicado inferencias amplificadas por algunos medios de comunicación, del todo gratuitas y que han ido mucho más allá de los hechos, ofreciendo una imagen de la Santa Sede que no responde a la realidad”.

El Papa ha querido “renovar mi confianza y mi aliento” a sus colaboradores más cercanos y a todos los que “a diario, con fidelidad, espíritu de sacrificio y en silencio me ayudan en el desempeño de mi ministerio”.

En el nº 2.803 de Vida Nueva. Conmoción en el Vaticano: de Tedeschi a Gabriele, íntegro solo para suscriptores

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