La Santa Sede avanza hacia la transparencia financiera

papa Benedicto XVI reza el Angelus en Castel Gandolfo el domingo 22 de julio

Moneyval le da un año para ajustar su normativa a los estándares anti-blanqueo

Ettore Balestrero, vicesecretario para las Relaciones con los Estados

Ettore Balestrero desgranó a la prensa el informe de Moneyval

ANTONIO PELAYO. ROMA | Que los Juegos Olímpicos de Londres promuevan la paz y la reconciliación en el mundo, es la esperanza formulada por Benedicto XVI el domingo 22 de julio, al dirigir unas palabras de saludo a los fieles congregados en Castel Gandolfo para acompañarle en la plegaria mariana del Angelus.

“Las Olimpiadas son el mayor acontecimiento deportivo mundial –dijo– en que participan atletas de muchísimas naciones, y como tales revisten también un fuerte valor simbólico. La Iglesia católica las ve con especial simpatía y atención para que, según la voluntad de Dios, los Juegos Olímpicos de Londres sean una verdadera experiencia de fraternidad entre los pueblos de la tierra”.

Por otra parte, dirigiéndose a los peregrinos de lengua inglesa presentes, el Papa se declaró “profundamente conmocionado por la insensata violencia que ha tenido lugar en Denver”, aludiendo a la matanza protagonizada por un joven estudiante estadounidense que disparó contra los espectadores de la última película de Batman en un cine de dicha ciudad.

Informe conclusivo del Moneyval

Vayamos con otros asuntos de gran relevancia. Después de una larga serie de reuniones y estudios, el Comité del Consejo de Europa que evalúa las legislaciones de los estados relativas al blanqueo de dinero sucio y la financiación del terrorismo, conocido como Moneyval, dio a conocer su primer informe sobre la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano.

papa Benedicto  XVI reza el Angelus en Castel Gandolfo el domingo 22 de julio

Rezo del 'Angelus' en Castel Gandolfo el 22 de julio

Dicho informe se hizo público el 18 de julio en Estrasburgo, y su primera afirmación es la siguiente: “La Santa Sede ha recorrido un largo camino en un espacio de tiempo muy corto y muchas de las recomendaciones del sistema AML/CFT [Anti-Money Laudering y Combating Financing of Terrorism] son ya operativas. Pero aún deben adoptarse otras importantes decisiones para demostrar que se ha puesto en práctica un régimen completamente efectivo”.

En cifras, los expertos del Comité opinan que de las 45 recomendaciones aplicables a la Santa Sede, 23 (el 51%) pueden considerarse no conformes o parcialmente no conformes, y las 22 restantes (49%) son conformes o parcialmente conformes. El vaso medio lleno o medio vacío, según se quiera contemplar.

La valoración de la Santa Sede la hizo monseñor Ettore Balestrero, vicesecretario para las Relaciones con los Estados (equivalente a un viceministro de Asuntos Exteriores), que se presentó en la Sala de Prensa a las 11:30 h. de la mañana para leernos, en un impecable inglés, sus observaciones.

Es la primera vez que este joven monseñor aparecía ante los informadores, lo que es una prueba de la importancia que la Santa Sede da a esta delicada materia. Le acompañaba en el estrado el director, Federico Lombardi, y sentado en una de las últimas filas, observaba cómo se desarrollaba la comparecencia Greg Burke, el nuevo asesor de comunicación de la Secretaría de Estado.

Las conclusiones de monseñor Balestrero fueron estas, transcritas literalmente: “Refiriéndonos a los resultados de la valoración, en síntesis pretendemos reforzar el sistema en su complejidad; en concreto, de las 16 recomendaciones GAFI [Grupo de Acción Financiera] esenciales en la lucha contra el blanqueo y la financiación del terrorismo, hay siete áreas a las que la Santa Sede debe y quiere prestar especial atención”.

“El informe publicado hoy representa, pues, no el final, sino una piedra miliar en nuestro constante compromiso de conjugar compromiso moral con excelencia técnica”.

“Por lo tanto, hemos dado un paso definitivo poniendo los fundamentos de una ‘casa’, o sea, de un sistema de lucha contra el blanqueo y la financiación del terrorismo,que sea sólido y sostenible. Ahora queremos construir completamente un ‘edificio’ que demuestre la voluntad de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano de ser un ‘compañero’ fiable en la comunidad internacional”.

El prelado había hecho previamente, con honestidad, el elenco de algunos de los aspectos mejorables de la situación. “En el informe –reconoció– se observa que la estructura de la AIF [Agencia de Información Financiera del Vaticano), combinando las funciones normalmente desarrolladas por la unidad de información financiera con las que desarrollan los organismos de vigilancia, parece ser la causa de la dificultad en la efectiva puesta en práctica de los estándares internacionales. Esta estructura proviene de la primera versión de la ley CXXVII. Se ha mantenido en la versión corregida de la misma ley, pero los examinadores han manifestado cierto escepticismo sobre su ‘concreto funcionamiento’. Les agradecemos esta observación, que acogemos con seriedad. En el informe se pone de relieve que podría surgir un conflicto de intereses por el hecho de que la misma persona desarrolle su actividad al mismo tiempo en el ente vigilado y en el ente vigilante”.

Federico Lombardi, en rueda de prensa julio 2012

El P. Lombardi ha desmentido la complicidad de dos prelados y una mujer en el caso 'Vatileaks'

En sus respuestas a algunas preguntas de los periodistas, monseñor Balestrero descartó que el cese del presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), Ettore Gotti Tedeschi, estuviera relacionado con el proceso iniciado por las autoridades vaticanas con Moneyval. Lo cual no obsta para que los expertos “recomienden con intensidad el efectivo cumplimiento de las normas globales, en particular por el IOR”.

La Santa Sede y el Estado vaticano disponen ahora de un año para revisar sus reglamentos y normas de funcionamiento y someterse a una decisión definitiva por parte de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) de incluirla en la “lista blanca” de países virtuosos.

Las reacciones mitigadas de algunos importantes órganos informativos europeos hacen suponer que la batalla de la “transparencia” no ha sido aún ganada y que no será fácil deshacer las reticencias creadas por muchos años de opacidad informativa en este delicado campo. Y, se quiera o no, el IOR seguirá estando aún bajo estricta observancia de la comunidad internacional.

El exmayordomo Gabriele, bajo arresto domiciliario

El sábado 21 de julio, a horas poco informativas, la Sala de Prensa envió una declaración de su director según la cual “el juez instructor del Tribunal de Justicia del Estado de la Ciudad del Vaticano, Piero Bonnet, no siendo ya necesarias –después del interrogatorio de hoy– las exigencias de la instrucción para la permanencia del imputado en estado de arresto, ha dispuesto para el señor Paolo Gabriele el beneficio de la libertad provisional, concediéndole el arresto domiciliario, previa verificación de las idóneas garantías. El señor Gabriele, por lo tanto, residirá en su casa en el Vaticano con su familia, observando todo lo dispuesto por el juez sobre las relaciones con otras personas”.

Traducida a la realidad, esta jerga jurídica significa que el exayudante del Papa ha abandonado la “habitación de seguridad” donde ha permanecido 60 días desde su detención por sustraer correspondencia en el apartamento pontificio, y ha recorrido los cien metros que le separaban de la que ha sido su residencia durante los últimos años. Y ha podido abrazar a su mujer y a sus tres hijos.

Ahora hay que esperar que se haga pública la decisión del juez de abrir o no el juicio, en función del informe que le presente el fiscal sobre la responsabilidad del imputado.

Fuentes vaticanas siguen insistiendo en que no hay ninguna otra persona implicada en estos hechos. Así lo sostendría el informe presentado al Papa por la comisión cardenalicia por él nombrada y que ha presidido el cardenal Julián Herranz. [A FONDO: Vatileaks: apuntes de zoología vaticana]

El lunes 23, una información de Marco Ansaldo en el diario La Repubblica aseguraba que otras tres personas, al menos, habrían tenido algo que ver con el caso Vatileaks: el cardenal Paolo Sardi, que durante años ayudó a los papas en la redacción de sus discursos; monseñor Josef Clemens, hoy secretario del Pontificio Consejo para los Laicos y durante muchos años secretario personal del cardenal Ratzinger; y la señorita Ingrid Stampa, del personal de la Secretaría de Estado, colaboradora de este Pontífice y que ¡casualidad! vive en el mismo edificio que Gabriele.

El padre Lombardi lo desmentía ese mismo día con la mayor rotundidad posible, pero el rumor sigue en pie.

  • OPINIÓN: Laboa, por Antonio Pelayo

En el nº 2.811 de Vida Nueva.

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