EDITORIAL VIDA NUEVA | África, como destino vacacional, nos sugiere parques naturales, safaris…, pero cada vez son más los que deciden viajar al Continente Negro en busca de otro tipo de aventuras, esas que no requieren un calzado especial, sino la firme voluntad de contribuir al desarrollo material y humano de aquellos pueblos.
Lejos de las rutas turísticas habituales, no pocas instituciones de Iglesia ofrecen la posibilidad de convertir el tiempo de verano en una experiencia solidaria de lo más enriquecedora.
Sin embargo, dada la conflictiva situación de muchos de esos lugares, no están de más los oportunos consejos de gentes como el autor del Pliego de esta semana. A través de sus páginas, descubriremos que un encuentro sincero con África nos puede cambiar la vida.
En el nº 2.810 de Vida Nueva. Del 21 al 27 de julio de 2012
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