Un libro de José Egido Serrano (PPC, 2011). La recensión es de Diego Tolsada
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“Más que los gorriones”. Una invitación posmoderna al cristianismo
Autor: José Egido Serrano
Editorial: PPC, 2011
Ciudad: Madrid
Páginas: 217
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DIEGO TOLSADA | Al inicio de la obra, José Egido supone que algún lector quiera darle un vistazo apresurado para “aclararte un poco sobre las múltiples perplejidades que hoy provoca el tema de la religión y del cristianismo” (p. 5). Porque hoy es muy normal zanjar esta cuestión dando por supuesto que, en plena posmodernidad, el cristianismo ha pasado al baúl de los recuerdos. Y he aquí que un profesor de filosofía, laico y casado, quiere presentarnos unas páginas que contribuyan a pensar más a fondo el tema.
Él ha encontrado (el libro trasluce claramente su experiencia personal) sentido y fuerza en el mensaje de Jesús y cree que eso mismo les puede ocurrir a otros. Y ese sentido y esa fuerza, en los tiempos recios que corren, los ha condensado en la frase de Jesús que da título a la obra: “No temáis, valéis más que todos los gorriones” (Mt 10, 31).
El cristianismo sigue siendo razonable en estos tiempos posmodernos. Jesús de Nazaret puede seguir iluminando la vida del ser humano y abriéndole al diálogo con su cultura y su mundo. Esta propuesta se hace de modo propositivo, amable, procurando mostrar que la opción cristiana es también una opción altamente razonable por el grado de humanización que comporta. Todo parte de descubrir y aceptar la experiencia fundante.
El encuentro con un Dios que libera y redimensiona la vida, muy alejado de la imagen de un Dios vengador y justiciero, antipático y cruel. Un Dios que se descubre hoy tal vez mejor en el silencio y en el fondo del corazón, como amor y anhelo de transcendencia, es decir, el Abba en que confió Jesús, y el mismo Jesús como camino, verdad y vida.
Esto lleva a superar la visión sacrificial y culpabilizadora del cristianismo. Desde esta perspectiva, ser cristiano hoy implica la práctica de la oración confiada y una vida basada en el amor recibido y dado, la dimensión imprescindiblemente comunitaria como paradigma de un tipo de relación entre todos, de una nueva humanidad, y eso vivido desde la humildad que ha dejado atrás deseos y estilos imperiales del pasado para situarse en una sociedad laica y secularizada, donde ser cristiano desde la mayoría de edad autónoma del ser humano y del mundo que le ha tocado vivir.
Bienvenida sea, pues, esta nueva presentación de lo nuclear de la fe cristiana, especialmente por venir de la experiencia vital de un creyente laico, ocupado y preocupado en el campo del pensamiento.
En el nº 2.809 de Vida Nueva.
