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Trazos de Cristo en América Latina


Un libro de Jorge Costadoat (Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2010). La recensión es de Juan Pablo García Maestro, osst

Trazos de Cristo en América Latina, Jorge Costadoat, Ediciones Universidad Alberto Hurtado

Trazos de Cristo en América Latina. Ensayos teológicos

Autor: Jorge Costadoat

Editorial: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2010

Ciudad: Santiago de Chile

Páginas: 344

JUAN PABLO GARCÍA MAESTRO, OSST | El jesuita chileno Jorge Costadoat recopila aquí artículos publicados durante los últimos años en diferentes revistas de Chile y de otros países latinoamericanos; sin embargo, su estructuración actual da una imagen coherente, sensible y comprometida de la fe en Dios y del decir-Dios en la Latinoamérica posconciliar.

Siguiendo las huellas de la Teología de liberación de nombres como Gustavo Gutiérrez, Jon Sobrino, Ronaldo Muñoz, Pedro Trigo y Juan Luis Segundo, en la primera parte de la obra, el autor insiste en el enfoque de preguntar por la voluntad divina partiendo de las historias y los sufrimientos de los pobres en Latinoamérica.

Uno de los mayores méritos de este libro es, seguramente, traer a la memoria el foco cristológico de la teología latinoamericana posconciliar. Aquí, una teología de los “signos de los tiempos” y un preguntar por Dios a partir de los pobres encuentran su fundamento, y una eclesiología latinoamericana, su punto de orientación.

La tercera parte del libro apunta a demostrar que cuando la Iglesia misma actúe de intérprete de Jesucristo, todos sus pasos cobrarán autenticidad. Es aquí donde se hace visible de qué “lugar hermenéutico” parte la publicación: la V Asamblea General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida (2007) y sus nuevos impulsos misioneros guían los diferentes artículos.

La Asamblea ha reconocido los desarrollos teológicos y pastorales realizados en el continente durante las últimas décadas y exhorta a estudiarlos y profundizarlos. Ante la individualización de los accesos a la fe, la misión y el testimonio adquieren una importancia radicalmente nueva en la Iglesia.

Como ejemplo, Costadoat invoca al gran testigo de la Compañía de Jesús y de la Iglesia de Chile, el padre Alberto Hurtado (1901-1951), quien, por su mística social y sus múltiples compromisos sociales y teológicos, debe ser considerado un “precursor de la Teología de la liberación”.

Aquí de manera conmovedora se cierra el círculo: “De algún modo, la Teología de la liberación ha vuelto al comienzo; pero en modo alguno con la manos vacías”, se afirma en vistas a los recientes desarrollos de la Teología de la liberación (p. 53).

Para el autor, la calidad de la teología depende, en última instancia, de su raigambre espiritual, y no de la erudición o de su método. Estos, sin embargo, tienen un valor ulterior decisivo, pues la espiritualidad cristiana genuina es experiencia creyente racional, personal y eclesial. La espiritualidad implica la teología (p. 24).

En el nº 2.806 de Vida Nueva.

Actualizado
22/06/2012 | 09:45
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