Editorial

Diálogo con la Palabra

Compartir

EDITORIAL VIDA NUEVA | Instalados en la cultura del ruido y las prisas, cada vez encontramos menos espacios para el silencio, la pausa y la meditación, condiciones indispensables para leer y escuchar lo que Dios nos dice a través de su Palabra.

Por si fuera poco, las nuevas generaciones apenas conocen ya las narraciones bíblicas, y quienes sí hemos oído hablar de ellas, tendemos a acomodarlas a nuestros pensamientos o deseos. Así las cosas –y como reinvidican las páginas del Pliego, siguiendo la llamada del Vaticano II–, sería bueno hacer el esfuerzo de salir al encuentro de la Escritura y dialogar con ella, hasta convertir la lectio divina en ese otro alimento de vida que la Iglesia necesita.

¡Cuánta riqueza desaprovechada en nombre de la falta de tiempo, cuando solo es dureza de oído!

En el nº 2.805 de Vida Nueva. Del 16 al 22 de junio de 2012

INFORMACIÓN RELACIONADA