El Papa en Milán: “La familia es la primera escuela de virtudes sociales”

papa Benedicto XVI en el Encuentro Mundial Familias de Milán 2012

Benedicto XVI defiende la vigencia del domingo como día de descanso

papa Benedicto XVI en el Encuentro Mundial Familias de Milán 2012

M. GÓMEZ | Cerca de un millón de personas participaron ayer en la clausura del VII Encuentro Mundial de las Familias (EMF), en Milán, presidida por el papa Benedicto XVI. En una misa que tuvo lugar en el Parque de Bresso, el Pontífice recordó que familia, basada en la unión de hombre y mujer, es “la primera e insustituible escuela de virtudes sociales”. [Homilía de Benedicto XVI en el VII EMF de Milán]

Ante miles de familias con gente de todas las edades, y tras el protocolario saludo a los cardenales Angelo Scola, arzobispo de Milán, y Ennio Antonelli, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, así como al resto de artífices del EMF y obispos presentes, el Papa recordó que la solemnidad de la Santísima Trinidad que se celebraba ese domingo es un impulso “al compromiso de vivir la comunión con Dios y entre nosotros según el modelo de la Trinidad. (…) Se nos ha confiado la tarea de edificar comunidades eclesiales que sean cada vez más una familia, capaces de reflejar la belleza de la Trinidad y de evangelizar no solo con la palabra”.

“La familia, fundada sobre el matrimonio entre el hombre y la mujer, está también llamada al igual que la Iglesia a ser imagen del Dios Único en Tres Personas”, recordó Benedicto XVI, insistiendo en sus características “propias y complementarias”.

Amor fecundo para la sociedad

A los esposos, el Papa les aseguró que “viviendo el matrimonio no os dais cualquier cosa o actividad, sino la vida entera”, y que su amor es fecundo en tres niveles: “para vosotros mismos, porque deseáis y realizáis el bien el uno al otro”; para los hijos (“transmitidles, con serenidad y confianza, razones para vivir, la fuerza de la fe”); y para la sociedad, “porque la vida familiar es la primera e insustituible escuela de virtudes sociales, como el respeto de las personas, la gratuidad, la confianza, la responsabilidad, la solidaridad, la cooperación”.familia padre madre e hija rezando juntos Encuentro Mundial Milán 2012

A los hijos, Benedicto XVI les recomendó “mantener siempre una relación de afecto profundo y de cuidado diligente hacia vuestros padres” y también “que las relaciones entre hermanos y hermanas sean una oportunidad para crecer en el amor”.

Reflejándose en el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret, el Papa señaló los “caminos para crecer en el amor” y que “construyen la familia”, y que pasan por: mantener una relación constante con Dios y participar en la vida eclesial, cultivar el diálogo, respetar el punto de vista del otro, estar dispuestos a servir, tener paciencia con los defectos de los demás, saber perdonar y pedir perdón, superar con inteligencia y humildad los posibles conflictos, acordar las orientaciones educativas, estar abiertos a las demás familias, atentos con los pobres, responsables en la sociedad civil…”.

“Vividlos con valentía –añadió–, con la seguridad de que en la medida en que viváis el amor recíproco y hacia todos, con la ayuda de la gracia divina, os convertiréis en evangelio vivo, una verdadera Iglesia doméstica”.

Una palabra a los divorciados

El Papa dedicó algunas palabras a los separados y divorciados, a los que aseguró: “El Papa y la Iglesia os sostienen en vuestra dificultad”. El Pontífice les animó a “permanecer unidos a vuestras comunidades”, mientras que las diócesis deben poner en marcha “adecuadas iniciativas de acogida y cercanía”, deseó.

Hubo también una amplia referencia al domingo como día dedicado al descanso, al Señor y a la familia: “Es el día del hombre y de sus valores: convivialidad, amistad, solidaridad, cultura, contacto con la naturaleza, juego, deporte. Es el día de la familia, en el que se vive juntos el sentido de la fiesta, del encuentro, del compartir, también en la participación de la santa Misa. Queridas familias, a pesar del ritmo frenético de nuestra época, no perdáis el sentido del día del Señor”.

 

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