Bonifacia Rodríguez de Castro, una santa para nuestro tiempo

santa Bonifacia Rodríguez de Castro

santa Bonifacia Rodríguez de Castro

ADELA DE CÁCERES SEVILLA, S.S.J. | El 6 de junio la Iglesia celebra la festividad de santa Bonifacia Rodríguez de Castro, una mujer que, con su trabajo humilde en aquellos talleres de la Castilla del siglo XIX, brindó un hogar y un empleo a tantas jóvenes expuestas a la precariedad laboral y la marginación social.

Hoy, las Siervas de San José mantienen vivo aquel testimonio de fiel seguimiento del Jesús obrero y reivindican la memoria de su figura, víctima de incomprensiones y condenada durante años al silencio y el ostracismo. De todo ello, fundamentalmente de ese ejemplar hermanamiento suyo entre oración y trabajo, dan cuenta estas páginas.

Benedicto XVI, el día 23 de octubre de 2011, canonizó en Roma a Bonifacia Rodríguez de Castro. Una mujer humilde, trabajadora, sencilla y controvertida. Aparentemente fracasada. Seguidora de Jesús trabajador en Nazaret. Hubo de morir para que el aprecio y la admiración se fueran abriendo paso lentamente en la historia del siglo XX y se fuera perfilando toda la fuerza evangélica de su proyecto apostólico.

Hoy es una santa que inició en la Iglesia un camino de servicio y solidaridad con las trabajadoras marginadas de su tiempo, desde la perspectiva de Jesús trabajador en el taller de Nazaret. Su misión fue “reproducir” en la Iglesia el taller de Nazaret.

La fidelidad a esta misión y su determinación de hacerla operativa fue considerada como inviable y utópica, por lo que fue continuamente rechazada por la incomprensión, y el tradicionalismo de los hombres de Iglesia que la rodearon y por una sociedad tradicional.

Bonifacia, a pesar de esto, continuó su camino venciendo obstáculos con firmeza y valentía, confiada plenamente en Dios y en su llamada al seguimiento de Jesús Siervo y Señor. Trabajador en Nazaret, “uno de tantos”.

La incomprensión y el olvido fueron sus compañeros de viaje. Aparentemente, había fracasado. Bonifacia, fiada de Dios, testificó la importancia de lo irrelevante, de lo sencillo y de lo pequeño, siendo un eco de la actitud de Jesús, “oculto en la casa de Nazaret y ocupado en el oficio de carpintero”.busto Bonifacia Rodríguez de Castro

Llamada por Dios desde el trabajo

Nos situamos en el siglo XIX, en España. En un escenario complejo y agitado política y socialmente donde se desarrolló de la vida de Bonifacia. Vivió el tiempo de las revoluciones, las luchas ideológicas, la industrialización, el triunfo del liberalismo y el progreso social
y cultural.

Es testigo también de las guerras carlistas como fuerza antidinástica conservadora, las diferentes Constituciones y los pronunciamientos militares. Otros fenómenos sociopolíticos y económicos tienen también importancia: la Revolución Industrial y el socialismo utópico.

Ambos factores tienen incidencia en la mujer del siglo XIX. Los pensadores del socialismo utópico incluyen a las mujeres en sus teorías: para Saint-Simon, Owen y Fourier los hombres y mujeres vivirían libres e iguales. Esto tendría incidencia en la obra de promoción femenina
de Bonifacia.

Algunas minorías de la Iglesia española percibieron la nueva situación social, la importancia del proletariado y su incidencia en la mujer trabajadora, e intentaban dar respuesta.

En Salamanca, no quedaban vestigios de su glorioso pasado universitario. La problemática política vivida a nivel nacional apenas tuvo resonancia en la ciudad. Las tropas napoleónicas a su paso hacia Portugal habían deshecho gran parte de sus magníficos monumentos. La pobreza
y el subdesarrollo envolvían la ciudad, frente a un mundo que se modernizaba y que recibía el impacto de la Revolución Industrial.

Pliego íntegro, publicado en el nº 2.803 de Vida Nueva.

 

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