José Jiménez Lozano: “No soy un intelectual, ni siquiera sé lo que podría significar esa condición”

José Jiménez Lozano, escritor y Premio Cervantes

José Jiménez Lozano

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | ¿Es un intelectual de referencia el escritor y Premio Cervantes José Jiménez Lozano? “Pienso que no soy un intelectual porque no entro en el esquema que define esa condición, según se dice en la jerga político social, y ni siquiera sé lo que podría significar exactamente. Absolutamente no”, contesta tajante.

El autor de Los cuadernos de Rembrant (Pre-Textos, 2010) no admite tampoco el adjetivo de “católico añadido a ese sustantivo”, que, según a quién se pregunte, comparte como referente con el teólogo Olegario González de Cardedal.

“En un momento dado, y prácticamente solo en Francia, pudo darse esa denominación de ‘intelectual católico’ con algún sentido, pero siempre de un modo confuso y también muy polémico”, señala Jiménez Lozano (Langa, Ávila, 1930).

Precisamente, el ensayista Valentí Puig es uno de quienes citan a Jiménez Lozano como un “intelectual de referencia”, católico además: “Merece gran respeto la personalidad de José Jiménez Lozano, cuyas Cartas a un cristiano impaciente fueron tan significativas en los años setenta.

De todos modos, en general, se echan en falta intelectuales católicos que sean a la vez hombres de nuestro tiempo. Más aún, parece interrumpida lo que fue frágil línea de un pensamiento católico liberal y abierto, algo que mantiene cierta continuidad en Francia o en Italia, y también en los Estados Unidos, donde no se rehúye el debate sobre los temas cruciales. Insisto en la urgencia de aclarar primero de qué estamos hablando, que es lo que nos está pasando. Y no neguemos la realidad de un nuevo integrismo que despunta en no pocos frentes”.

Jiménez Lozano asume que “no parece que sea yo el más indicado para contestar algo o con alguna solvencia respecto a ese tema”, más aún cuando el objeto de análisis de fondo es la crisis y la voz del intelectual contemporáneo. Pero su opinión se presta a oírse: “Pienso que siempre habrá gentes de gran saber y preeminencia científica en cada área de conocimiento, a las que haya que referirse inevitablemente. Pero no parece que haya una ciencia específica de las crisis. Un tema como este se presta bastante, por el contrario, a la palabrería, incluso ilustrada con cifras”.

En el nº 2.801 de Vida Nueva.

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