Cáritas denuncia el impago de la Administración

En Castilla-La Mancha, los recursos se van agotando y peligra la atención a los más débiles

Pobreza Contenedor

FRAN OTERO | Que Cáritas –que asume gran parte de las consecuencias que está dejando en las personas la crisis económica– está al límite de sus posibilidades, no es ninguna novedad. [Cáritas denuncia el impago de la Administración – extracto]

Lo ha repetido en numerosas comparecencias públicas su secretario general, Sebastián Mora, y se puso de manifiesto hace más de un año en su 67ª Asamblea General. “Reiteramos con rotundidad que la acción de ayuda que podemos realizar desde Cáritas tiene unos límites que ya están superados”, se decía en la declaración final.

Esta situación tiene que ver con el aumento de peticiones de ayuda en los últimos años, tal y como se desprende del último Observatorio de la Realidad Social, correspondiente al año 2010, donde se constata que la organización católica ha pasado de atender a 400.000 personas en 2001, a las 950.000 de 2010, y que el número de solicitudes de ayuda se ha duplicado hasta los 1,8 millones.

Y todas estas limitaciones se agravan cuando las administraciones públicas, que en el caso de Cáritas no son los donantes mayoritarios, dejan de pagar las deudas contraídas. Esto mismo es lo que acaba de denunciar la Cáritas Regional de Castilla-La Mancha, que se reunió recientemente en el Monasterio de Uclés (Cuenca), con la presencia de los obispos de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Sigüenza-Guadalajara y Toledo.

Crecen las peticiones

“El número de personas que llega a los lugares de acogida en cada uno de los rincones de nuestra Provincia Eclesiástica crece por momentos y sus demandas también lo son. La opción de Cáritas es estar al lado de los últimos, de los más empobrecidos, poniendo a disposición de ellos los recursos con los que contamos, tanto humanos como económicos, haciendo propuestas, al mismo tiempo, para que las políticas sociales pongan como centro a la persona, y ahora, en este tiempo de crisis que vivimos más que nunca”, explica en un comunicado.

Sin embargo, también recuerda que los recursos económicos no son infinitos y se agotan y, por este motivo, urge a las administraciones a pagar, “en la mayor brevedad de tiempo posible”, las deudas “con el fin de poder seguir trabajando a favor de los últimos y no atendidos”. “Si no, muy a pesar nuestro, no se podrá atender todo el trabajo que con las personas más empobrecidas se está desarrollando desde Cáritas en cada uno de los lugares de Castilla-La Mancha y que tanto bien está haciendo”, añade.

En este sentido, las consecuencias ya se están dejando notar, pues esta Cáritas regional solo pudo atender 27.700 solicitudes de ayuda, de las 150.000 que recibió, o lo que es lo mismo, un 18,5% del total. Todo ello por falta de recursos.

En cualquier caso, y conscientes de que es la Administración la que debe procurar el bienestar de los ciudadanos, Cáritas Castilla-La Mancha manifiesta su compromiso y voluntad de trabajar conjuntamente a favor de los más empobrecidos y considera imprescindile “que se invierta cada vez más en las personas y políticas sociales que permitan a los más vulnerables vivir de una manera más digna”.

“Igualmente manifestamos el agradecimiento a tantas personas que de manera generosa están ofreciendo su tiempo y su dinero para compartir con los hermanos que más lo necesitan en este momento, pero animamos a que esta buena práctica se extienda a todas nuestras comunidades cristianas y a los hombres y mujeres de buena voluntad de la Provincia Eclesiástica. Así se hará efectiva la Comunicación Cristiana de Bienes”, concluye.

Esta es la situación de Castilla-La Mancha, pero no es única. Son muchas las Cáritas regionales que están sufriendo los recortes del gasto público. Precisamente las de Cantabria y Andalucía denunciaron recientemente los recortes en partidas sociales. En concreto, el portavoz de Cáritas Andalucía dijo: “Pedimos que no paguen siempre los mismos tontos, gente que no ha participado en esa opulencia y despilfarro. Es lo que vamos a advertir al nuevo Gobierno. Que recorten en otras cosas, por ejemplo, en la estructura política”. Por su parte, la Cáritas cántabra denunció el retraso y los recortes en ayudas sociales, circunstancia que agrava aún más la ya de por sí situación precaria de muchas familias.

En el nº 2.801 de Vida Nueva.

 

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