En la 41ª Semana Social de Santander: el desafío de evangelizar la política y la economía

cardenal Oscar Maradiaga y obispo Vicente Jiménez semana social santander 2012

El cardenal Maradiaga cree que la Iglesia no se ha preocupado lo suficiente de estas realidades

cardenal Oscar Maradiaga y obispo Vicente Jiménez semana social santander 2012

El cardenal Maradiaga y el obispo Vicente Jiménez

VICENTE L. GARCÍA. SANTANDER | El pasado 19 de abril daba comienzo en Santander la 41ª edición de la Semana Social de España, organizada por la Conferencia Episcopal Española (CEE) bajo el epígrafe Europa, ¿un proyecto esperanzador?.

Contó con la participación de destacados ponentes como el cardenal arzobispo de Tegucigalpa (Honduras) y presidente de Cáritas Internacional, Óscar Rodríguez Maradiaga; el parlamentario europeo por el Partido Popular Jaime Mayor Oreja; el nuncio en España, Renzo Fratini; y el obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora.

Especialmente interesante fue la intervención de Maradiaga, que se centró en la nueva evangelización, y que afirmó que si hoy la economía y la política atraviesan “crisis muy grandes” se debe a que “no nos hemos preocupado suficientemente de la evangelización de lo político y de los políticos, de lo económico y de los economistas”. “Por consiguiente, la nueva evangelización me parece un buen desafío”, añadió.

Por otra parte, y en calidad de presidente de Cáritas Internacional, lamentó que, en tiempos de crisis, las partidas que se recortan en primer lugar son las que se destinan a los más pobres, cuando tendrían que ser “las únicas que no se toquen”.

También alabó el trabajo de Cáritas España, “una de las mejores del mundo”, de la que valoró que haya aumentado su partida destinada a cooperación al desarrollo a pesar de sus dificultades económicas.

Unión Europea de valores

Por su parte, Mayor Oreja hizo balance de la situación de Europa, sumida en una crisis de valores y económica; crisis que, en su opinión, han sido consecuencia del “abandono de la verdad como criterio orientador de nuestras acciones”. Así, recordó que en los orígenes de la Unión Europea no primaron las cuestiones económicas, sino las morales: “La UE nace como una unión de valores que se ha ido diluyendo en una simple operación económica”.

A pesar de la situación, dejó entrever que no todo está perdido. “Sí hay razones para la esperanza. La UE fue y tiene que seguir siendo un proyecto esperanzador”, añadió.

La Semana, que también abordó cuestiones como la interculturalidad, la educación, el medio ambiente o la familia, se cerró con una Eucaristía presidida por Vicente Jiménez.

En el nº 2.799 de Vida Nueva.

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