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Ser cristianos en el siglo XXI


Una obra de Timothy Radcliffe (Sal Terrae, 2011). La recensión es de Luis Glez.-Carvajal Santabárbara.

Ser cristianos en el siglo XXI, Timothy Radcliffe, Sal Terrae

Ser cristianos en el siglo XXI. Una espiritualidad para nuestro tiempo

Autor: Timothy Radcliffe

Editorial: Sal Terrae, 2011

Ciudad: Santander

Páginas: 295

LUIS GONZÁLEZ-CARVAJAR SANTABÁRBARA | El que fue maestro general de los dominicos durante el período 1992-2001 es hoy un escritor y conferenciante muy popular. Cuando una popularidad sobrevive al cargo institucional que la hizo nacer, revela que la persona en cuestión posee sobrados méritos propios. Este es, sin duda, el caso del P. Radcliffe.

Ser cristianos en el siglo XXI es el noveno libro suyo publicado en España. Se trata de una recopilación de conferencias, artículos y homilías sobre temas bastante diversos de pastoral y de espiritualidad, que van desde la aportación del cristia-nismo al futuro de Europa hasta la Vida Religiosa, pasando por los escándalos de pederastia en la Iglesia, las virtudes teologales o la predicación.

Todos los temas están tratados de un modo sumamente equilibrado y respetuoso hacia las diferentes mentalidades. No sé si resultará molesto para un dominico decir que estas páginas son un buen ejemplo de esa nota tan característica de la espiritualidad ignaciana que busca “encontrar a Dios en todas las cosas y a todas las cosas en Él”.

Desde luego, Radcliffe hace siempre teología con los ojos abiertos y muestra una notable capacidad para relacionar la vida cotidiana de la gente con la Palabra de Dios. Sin lugar a dudas, el dominicio británico es un magnífico transmisor del Evangelio. Sabe gozar de lo que es bueno y criticar sin acritud lo que está mal.

Humor y anécdotas

Es, por otra parte, un libro muy ameno. Sus páginas destilan un humor muy inglés, lo cual no es frecuente en los escritos de carácter teológico. Aunque para mi gusto puede resultar un poco excesivo –los griegos decían meden ágan (“nada con exceso”)–: cuando en cada página hay dos o tres anécdotas y chascarrillos, a veces cuesta un poco seguir el hilo del discurso.

Además, habría convenido reelaborar los diferentes trabajos reunidos en el libro para evitar las repeticiones. No hay problema en repetir una anécdota cuando se habla a un auditorio diferente –como ocurría con los destinatarios iniciales de los distintos trabajos–, pero quienes leemos ahora todos los trabajos juntos habríamos agradecido que nos ahorrara tantas repeticiones.

Quizás lo que menos me ha gustado del libro sean las sutiles alabanzas a la Orden de Predicadores en detrimento de otras órdenes y congregaciones religiosas. Me refiero, por ejemplo, a comentarios del tipo de que en el lugar donde, según la tradición, se apareció Jesús a san Pedro cuando huía de Roma y este le preguntó: Quo vadis, Domine? (“¿A dónde vas, Señor?”), hay actualmente “un buen restaurante que se llama Quo vadis?, en el que puede verse a miembros de otras órdenes religiosas más ricas banqueteando espléndidamente, mientras que nosotros, pobres dominicos, tenemos que contentarnos con ir a la pizzería que hay al lado”.

Este tipo de comentarios son muy frecuentes cuando se dirige a laicos y comunidades parroquiales; no así, naturalmente, cuando habla a religiosos y religiosas de otros institutos.

Como resumen, diría que Ser cristianos en el siglo XXI. Una espiritualidad para nuestro tiempo es un libro que puede regalarse prácticamente a cualquiera porque interesará tanto a quien tiene una buena preparación teológica como a quien carece de ella. Por eso también puede regalárselo uno a sí mismo.

En el nº 2.798 de Vida Nueva.

Actualizado
27/04/2012 | 08:11
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