Julio Martínez toma posesión como rector de la Universidad Pontificia Comillas

La misión compartida con los laicos, apuesta para afrontar los retos del presente

Julio Martínez, nuevo rector de Comillas, y José Ramón Busto

Julio Martínez (dcha.) y José Ramón Busto

VIDA NUEVA | “Lo asumo con decisión y con deseos de que vayamos respondiendo a los urgentes desafíos de la incierta y apasionante época que estamos viviendo: el mundo es nuestro hogar y, aunque sea complicado vivir en él, no podemos ponernos a la defensiva”.

Con esta voluntad asumió el jesuita Julio Martínez su responsabilidad como nuevo rector de la Universidad Pontificia Comillas, en un acto celebrado en el Aula Magna de su sede madrileña el 23 de abril.

“Aunque el momento no esté para muchas alegrías –continuó en su discurso de saludo–, podemos y debemos renovar nuestra respuesta libre y generosa, siendo flexibles, abiertos a nuevas ideas, métodos y propuestas, evaluando lúcidamente lo que hacemos, y no sucumbiendo a los miedos. Sabemos que Comillas ha ido adaptándose para dar un servicio a la Iglesia y a la sociedad española; apoyándonos en la tradición podemos apostar por la innovación y animar a los que con rigor y seriedad busquen la mejor forma de contribuir positivamente a la sociedad”.

Para afrontar esta labor, apuesta por la misión compartida entre laicos y jesuitas, que ha de vivirse, además, en “un tiempo incierto y tenso”, de “cambio cultural profundo”, ante el cual, “lo que necesita Comillas es nutrir la imaginación fiel y creativa para contribuir a cambiar la realidad, recibiendo las llamadas de la experiencia humana a la luz de los valores del Evangelio”.

Pero además de este esbozo de intenciones, “quizás lo más importante que quiero hacer en este discurso –señaló– es expresar un agradecimiento afectuoso hacia el P. José Ramón Busto, que ha regido Comillas durante más de nueve años con inteligencia, integridad y entrega, en una síntesis ciertamente muy excepcional”.

Los elogios –en este caso hacia él– también salieron del rector saliente, quien en su discurso le deseó los mejores éxitos. No era el día “para hacer memoria ni balance y menos aún autocrítica”, dijo Busto. Sí “para dar gracias y pedir perdón”.

“Desde el principio de mi rectorado me propuse que todas mis decisiones fueran tales que pudieran publicarse en el periódico del día siguiente o contarse en el telediario de la tarde. Creo que lo he cumplido siempre. Pero quiero pedir perdón por si alguien se ha sentido ofendido, preterido o maltratado”.

En el acto, que contó con una destacada representación de autoridades universitarias, intervino también el provincial de Castilla de los jesuitas y vice gran canciller de Comillas, Juan Antonio Guerrero, quien destacó las “buenas herencias” que dejaba el rector saliente; y el nuncio Renzo Fratini, como símbolo del vínculo con el Papa, quien dedicó unas palabras al nuevo rector y a su antecesor.

En el nº 2.798 de Vida Nueva.

 

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