Cardenal Rouco: “Sin fe y caridad no habrá una buena solución a la crisis”

cardenal Rouco inauguración de la Asamblea Plenaria CEE abril 2012

En la apertura de la Plenaria, recomienda “apartarse de la codicia” y del “endeudamiento exagerado”

cardenal Rouco inauguración de la Asamblea Plenaria CEE abril 2012

El cardenal de Madrid, en la inauguración de la Plenaria esta mañana

M. GÓMEZ | La crisis económica y la Nueva Evangelización han centrado, esta mañana, el discurso inaugural de la 99ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), a cargo del presidente del Episcopado, Antonio Mª Rouco Varela. El también cardenal arzobispo de Madrid ha insistido en que no habrá una buena solución a la crisis “si no se sigue el camino que hace posible la caridad”, y una caridad “posibilitada por la fe”. [Discurso inaugural del cardenal Rouco]

“La crisis que nos azota desde hace ya varios años es el factor más preocupante y al que hay que prestar la más cercana atención“, ha asegurado el presidente de la CEE.

Sin entrar en el análisis o en las soluciones propiamente económicas y políticas (“No es nuestra misión”, ha dicho, y “El Plan pastoral no lo hará”), sí considera que el deber de los pastores es “ayudar al análisis cultural y moral necesario para llegar al fondo de las causas de la situación dificilísima que vivimos”. “Por eso se prevé continuar la reflexión sobre la crisis y sus causas”.

Cambiar el estilo de vida

Rouco ha citado a Benedicto XVI para indicar que “si no se sigue el camino que hace posible la caridad, no será posible una buena solución de la crisis. Sin la caridad, es decir, sin la generosidad sincera, movida en último término por el amor de Dios y del prójimo, será imposible introducir los cambios necesarios en el estilo de vida y en las costumbres sociales y políticas que han conducido a la crisis y que seguirán amenazantes aun cuando hayan sido solucionados los problemas más graves, Dios quiera que pronto”.

Más concretamente, el cardenal se refirió a: “Es necesario apartarse de la codicia, que da alas a la ilusoria identificación de la felicidad con la mera acumulación de bienes, a la búsqueda irresponsable del enriquecimiento rápido, así como a la cultura del endeudamiento exagerado que amenaza el presente y lastra a las generaciones jóvenes”.

Este cambio, además, “no será realmente posible más que por el camino de la sincera generosidad, el de la caridad posibilitada por la fe“.

“Como tampoco será posible crear un verdadero espíritu de cooperación y de concordia entre los actores políticos y sociales, condición, sin duda, indispensable para afrontar con altura de miras, valentía y espíritu de sacrificio las reformas necesarias, salvaguardando la justicia y la protección de los más débiles“, añadió.

“Fuera del camino de la fe y de la caridad –insistió–, será igualmente imposible confiar en las personas y en la sociedad, estimulando la participación y la actividad de todos mediante la aplicación decidida del principio de subsidiariedad”.

En este punto, el cardenal ha agradecido a Cáritas y a los voluntarios en general su apoyo a favor de los que más sufren. Pero, advirtió: “Sin fe no puede haber verdadera caridad, capaz de despejar los obstáculos para esa imprescindible libertad espiritual que da frutos abundantes de justicia, solidaridad y paz”.

Próximo Plan Pastoral y Nueva Evangelización

El otro gran tema que ha centrado el discurso inaugural ha sido la Nueva Evangelización, tarea en la que la Iglesia universal está empeñada en los últimos años.

El presidente del Episcopado ha anunciado que el octavo Plan Pastoral de la CEE para los años 2011-2015 estará dedicado a La Nueva Evangelización desde la Palabra de Dios: Por tu palabra, echaré las redes (Lc 5, 5).

Se ha elegido este tema en la línea de la petición de Juan Pablo II primero y de Benedicto XVI después, quien ha creado un dicasterio específico para este fin y que ha decidido dedicar a la Nueva Evangelización el próximo Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar en Roma en octubre, cuando también se inaugurará el Año de la fe.

Y ello, coincidiendo con el 50º aniversario del Concilio Vaticano II, “el instrumento que la Providencia divina dispuso para que la Iglesia articulara una gran propuesta doctrinal, apostólica y espiritual en orden a que la Noticia de Jesucristo, perennemente nueva, pudiera ser ofrecida plena, íntegra y actualizadamente a una familia humana tan sedienta de verdad, de bien, de paz, de amor, ¡de vida eterna!”, ha indicado Rouco.

Este aniversario, además, “proporciona una buena ocasión para redoblar el empeño que venimos sosteniendo en la recepción cada vez más viva y fiel de sus enseñanzas”.

Retos en el Año de la fe

“Lo que Benedicto XVI se propone y nos propone a todos para el Año de la fe” es, en opinión de Rouco, “consolidar la certeza de la fe en el Pueblo de Dios. Ojalá que acertemos a dar un decidido paso adelante en este sentido durante ese Año y en todos nuestros planes apostólicos”.

“El núcleo de la crisis de la Iglesia en Europa es la crisis de la fe –dijo, citando de nuevo al Papa–. Si no encontramos una respuesta para ella, si la fe no adquiere nueva vitalidad, con una convicción profunda y una fuerza real, gracias al encuentro con Jesucristo, todas las demás reformas serán ineficaces”.

El cardenal ha señalado algunas “oportunidades” que se presentan en estos próximos años “como providenciales” de cara a la renovación del “vigor misionero” de la Iglesia en España. Entre ellas: “los frecuentes viajes del Papa”, la reciente publicación de la versión oficial de la Sagrada Escritura, el V centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús en 2015, o, este mismo año, la cercana proclamación de san Juan de Ávila como doctor de la Iglesia.

Los trabajos de la Asamblea Plenaria de la CEE se desarrollarán durante toda esta semana, centrados en el citado Plan Pastoral. Los obispos también podrían aprobar un Mensaje con con motivo de la próxima (todavía sin fecha) declaración del Doctorado de san Juan de Ávila.

Igualmente, estudiarán los documentos La verdad del amor humano, que presenta la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, y Vocaciones sacerdotales para el Siglo XXI, de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades. Y recibirán información y aprobarían la celebración de los congresos de Pastoral Juvenil y de Pastoral Hospitalaria.

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