El gran don del ‘Rogate’ cumple 125 años

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Las Hermanas Rogacionistas recuerdan a san Aníbal, su fundador

hermanas rogacionistas en un proyecto con niños inmigrantes

MAITE LÓPEZ MARTÍNEZ | Si la Pascua es el acontecimiento central de la vida de los cristianos, con más sentido puede afirmarse que lo es para la Vida Religiosa (VR). Como ha enfatizado Elías Royón en su mensaje de Pascua para este año, el tiempo pascual debería ser, más que un período pasajero, la situación vital en la que vivir como consagrados y consagradas.

De hecho, para algunas familias religiosas este tiempo está siendo un momento significativo. Es el caso de las Hijas del Divino Celo o (Hermanas Rogacionistas), que celebran el 125º aniversario de su nacimiento, acontecido en vísperas de la fiesta de San José.

Su fundador, Aníbal María Di Francia (Messina, Italia, 1851-1927) fue proclamado beato por Juan Pablo II el 7 de octubre de 1990 y santo el 16 de mayo de 2004. De familia noble y siendo aún diácono, descubrió de forma casual el barrio más pobre y degradante de su ciudad. Un ciego, sucio y andrajoso, le pidió limosna. San Aníbal sintió en aquel momento algo muy diferente a lo que había sentido en otras ocasiones, tanto que el diálogo con este joven sería su camino de Damasco y el principio de una obra que aún subsiste.

Junto con la caridad, se sintió especialmente llamado y enviado por el Espíritu Santo a dar respuesta al mandato del Señor “Rogad al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies”. El ‘Rogate’ será la oración por las vocaciones, el programa, “la idea fija” de toda su existencia y obras.logotipo 125 aniversario hermanas rogacionistas

Nace así, en 1887, la Congregación de las Hijas del Divino Celo y, diez años después, la Congregación de los Padres Rogacionistas. Ambas familias están hoy presentes en todo el mundo con su apostolado específico misionero y caritativo: parroquias, santuarios, centros de espiritualidad vocacional y de difusión de la oración por las vocaciones, escuelas de toda clase y condición, colegios, institutos para discapacitados, centros sociales para acoger y evangelizar a los pobres y a los marginados, especialmente niños y jóvenes necesitados.

El carisma del fundador, con el tiempo, creció y se ha visto enriquecido con el nacimiento de otras dos ramas: las Misioneras Rogacionistas y los Laicos de la Familia del Rogate.

Presencia en España

La hermana Luci Ortega vive en Madrid y es coordinadora de los profesores de Religión de la vicaría IV. Comenta a Vida Nueva que, actualmente, las Hijas del Divino Celo en España son diez hermanas distribuidas en tres comunidades destinadas al trabajo con menores de familias con problemas y en el campo pastoral en general.

Uno de ellos está situado en Galicia: el Centro de Día San Aníbal. Se trata de un centro de atención integral que dispone del centro de día de menores y del Centro de Acogida e Inclusión Social María Nazarena para mujeres y niños a su cargo, en casos de emergencia social, como violencia de género o acogida de inmigrantes. Está ubicado en Burela (Lugo).

En Barcelona se encuentra el segundo, la Llar d’infants Corazón de Jesús, una escuela infantil ubicada en Sarriá y que está en funcionamiento desde 1969. En ella se atienden niños y niñas desde los 4 meses hasta los 3 años.

Finalmente, el Centro de Día Betania, ubicado en Vallecas (Madrid) desde 1987 (a los 100 años de la fundación de la Congregación). Acoge a menores en riesgo y apoya a sus familias, gracias a la colaboración de voluntarias laicas rogacionistas.

La conmemoración del 125º aniversario ha tenido un énfasis especial los días 17, 18 y 19 de marzo en Mesina, cuna de la familia rogacionista, en una celebración con diferentes manifestaciones de acción de gracias al Señor por el gran don del ‘Rogate’. En España, las mencionadas comunidades lo están celebrando a lo largo del año . El acto central se desarrollará en Madrid, el 1 de junio, fiesta de san Aníbal.

LEVADURA

Jesús resucitado vive para siempre, y es la experiencia del encuentro con él a lo largo del camino (ya sea de huida hacia Emaús o de regreso a Jerusalén) la que devuelve a los discípulos en general y a los religiosos en particular su razón de ser. Hemos de ser “vidas llenas de gozo agradecido” (Elías Royón), para que la experiencia de fe en Jesús, dé sentido a la vida y haga posible un futuro lleno de esperanza realista.

mtlopez@vidanueva.es

En el nº 2.797 de Vida Nueva.

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