Instó a rechazar la indiferencia tanto como la violencia

Los pronunciamientos clave del arzobispo de Bogotá en los días santos

Fueron varios los mensajes que se escucharon de voz del presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y arzobispo de Bogotá, monseñor Rubén Salazar durante la Semana Santa. En diálogo con periodistas, calificó la liberación de los 10 militares y policías secuestrados por más de una década como un gesto propicio para entablar conversaciones alrededor de la paz de Colombia. Sin embargo, recalcó que el cese de actos terroristas, la entrega de armas y la liberación de todas las personas aún en su poder, sería el escenario ideal para un eventual diálogo entre el Gobierno y las Farc. “Se empiezan a dar las condiciones, no sólo porque el Gobierno está implementando una serie de leyes que cambian la situación sino porque la guerrilla perece dar signos muy esperanzadores de querer también la paz”. De otro lado, instó al pueblo colombiano a no ser indiferente frente a la violencia y a rechazar la crueldad que ha significado la guerra en las zonas más apartadas y abandonadas del país donde más se vive el flagelo. “No podemos ser tolerantes por todo aquello que destruye a la persona humana, personas que han tenido que vivir las últimas consecuencias de ser vilipendiados, humillados, ofendidos, todo esto por el horror de las minas antipersonal”.

Al ser consultado por periodistas de radio (RCN Radio) sobre la despenalización de la droga, uno de los temas que fue eje principal en la reciente Cumbre de las Américas, el también vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano expuso argumentos con los cuales quiso advertir del alcance que tiene la sola expresión. “Hablar de legalización es hablar demasiado porque lo legal no es solamente lo que está permitido, sino lo que está de acuerdo con la ley y la ley nunca puede ser una cosa legal. Yo pienso que podríamos hablar de una despenalización del consumo de drogas y, por lo tanto, una normatividad de lo que significa el tráfico de la droga”. Recordó una vez más las circunstancias más frecuentes y comunes que subyacen en el conflicto colombiano. “Nos encontramos, en cualquier parte de Colombia, con personas oprimidas por el dolor de la miseria, de la falta de recursos, de la imposibilidad de acceder a sus derechos”. Buena parte de los obispos del país coincidieron con estas expresiones y puntualizaron en sus sermones la situación particular en sus diócesis. VNC
TEXTO: J. Escobar
FOTOS: VNC

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