Emilio Martínez: “Santa Teresa es un bálsamo sanador para la Vida Religiosa”

logotipo V Centenario Santa Teresa de Jesús 2015

Vicario general de los Carmelitas Descalzos

Emilio Martínez, vicario general de los Carmelitas Descalzos

MAITE LÓPEZ MARTÍNEZ | A estas alturas, no hay quien no sepa que en el 2015 se celebrará con toda solemnidad en la Iglesia el V Centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús.

El anterior centenario (1982, por su muerte) motivó la visita de Juan Pablo II, por lo que quién sabe las sorpresas que deparará este nuevo acontecimiento eclesial.

A Vida Nueva ha atendido el vicario general de la Orden de los Carmelitas Descalzos, el español Emilio Martínez, para abordar la importancia y las repercusiones que este aniversario puede tener para la Iglesia en España y para la Vida Religiosa (VR).

– ¿Qué puede significar para la Iglesia este centenario?

– Ante todo, mirar a santa Teresa desde la Iglesia es mirar a una maestra que nos ayuda a descubrir que no estamos huecos, sino llenos por dentro de una presencia, la presencia de Dios. De la mano de la Santa, como la llamamos nosotros, el cristiano puede experimentar aquello que cree, revitalizar su fe a través del encuentro personal y comunitario con Jesús.

logotipo V Centenario Santa Teresa de Jesús 2015

Logotipo del V Centenario Santa Teresa de Jesús 2015

– ¿Cuál es la aportación de la espiritualidad carmelitana a otras familias religiosas?

– Teresa de Jesús es una mujer que hace llegar un mensaje en todo momento: eres dueño de tu destino. Ninguna traba, ni interior ni exterior, puede detenerte si te determinas a alcanzar la meta. Eso sí, la fuerza para conseguirlo no procede en ti, aunque reside en ti. Eres hijo/a de Dios, amado eterna e infinitamente más allá de tu debilidad y tus pecados. Él te espera, como me esperó a mí, diría Teresa, y te llama a levantarte para ser y, luego, descubrir y cumplir tu misión.

– A los religiosos los quiso siempre la Santa unidos de la mano para vivir el propio carisma. Pero hoy día, ¿cómo se vive esa relación entre los carmelitas descalzos y las diferentes federaciones femeninas?

– Intensamente, como no puede ser de otro modo. No podríamos existir los unos sin las otras. Descalzos y descalzas nacemos del mismo impulso enamorado de santa Teresa. Ella quiso que nosotros encarnáramos más la dimensión apostólica, sin perder la contemplativa, pero también que viviéramos al servicio de nuestras hermanas. Hoy trabajamos por superar viejos esquemas paternalistas, queremos caminar como hermanos, poder mirarnos, escucharnos, crecer en fidelidad al carisma teresiano al servicio de la Iglesia, desde nuestras respectivas singularidades absolutamente complementarias.

– Se dice que santa Teresa de Jesús no solo se adelantó a su tiempo, sino también al nuestro. Como carmelita del siglo XXI, ¿cuál cree que sería el mensaje de esta ‘monja andariega’ para tantos y tantas religiosas de hoy día?

– Santa Teresa es un clásico y, por lo tanto, es universal. Teresa derrama un bálsamo sanador sobre la Vida Religiosa de hoy, ayudándonos a comprender que no vivimos para nosotros mismos, que nuestra vida como religiosos y religiosas no es un camino de autorrealización y de búsqueda de una felicidad idílica, sino de absoluta entrega a Dios, a la Iglesia y al mundo, siguiendo las huellas y el ejemplo de Jesús, capitán del amor, crucificado por amor, cuyas marcas portamos. Vivir para dar vida: a eso llama Teresa a la Vida Religiosa hoy, lema, por otra parte, absolutamente evangélico. No tiene sentido abrazar la Vida Religiosa sin abrazar también la cruz de Cristo y su absoluta disponibilidad a la voluntad del Padre. Oración y regalo no se compadecen, diría la Santa.

– El centenario es una ocasión para encuentros con jóvenes (lo vimos en la JMJ 2011 y en las iniciativas del Carmelo Joven). ¿Servirá para que algunos jóvenes sientan la llamada a la Vida Consagrada?

– Francamente, no lo sé. La vocación es un don de Dios, en primer lugar, y las condiciones de nuestra sociedad no son las mejores para que un joven se atreva a decir “sí” al Señor. Pero oramos y tenemos esperanza de que el Año Teresiano contribuya a despertar en algunos jóvenes el deseo de vivir este carisma. Sembraremos y, sobre todo, intentaremos ofrecer a los jóvenes, con nuestra vida, un camino atractivo de seguimiento de Cristo, como hizo Teresa.

LEVADURA

No le gustaban los “santos encapotados”, como tampoco quería a sus monjas ni “encogidas ni apretadas”… Teresa de Jesús, espíritu libre, prototipo de Vida Religiosa, maestra, andariega, mujer de su tiempo.

mtlopez@vidanueva.es

En el nº 2.795 de Vida Nueva.

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