El Papa en Cuba: “Luchen por una sociedad abierta y renovada”

Benedicto XVI presidió la misa por el 400º aniversario de la Virgen del Cobre

Benedicto XVI en Cuba bienvenida con Raúl Castro

Benedicto XVI con el presidente Raúl Castro, a su llegada a Cuba

VidaNueva.es | Desde ayer, lunes 26 de marzo, Benedicto XVI ya está en Cuba. Llegó procedente de México, donde ha dejado “una semilla de paz y esperanza”, en palabras del presidente Felipe Calderón. Es el mismo mensaje que el Papa quiere llevar a la Isla.

El avión papal aterrizó en el Aeropuerto Internacional Antonio de Maceo, en Santiago de Cuba, pasadas las 14:20 h. (hora local). Le esperaban el presidente Raúl Castro y el arzobispo local y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, Dionisio García.

En su discurso en la ceremonia de bienvenida, el Pontífice, tras manifestar su alegría por encontrarse en “esta hermosa isla”, recordó la “histórica visita” de Juan Pablo II, que dejó “una huella imborrable en el alma de los cubanos” y que estableció una nueva etapa en las relaciones Iglesia-Estado, “con un espíritu de mayor colaboración y confianza, si bien –subrayó– todavía quedan muchos aspectos en los que se puede y debe avanzar”, especialmente en la “aportación imprescindible que la religión está llamada a desempeñar en el ámbito público de la sociedad”.

A continuación, el Papa pronunció unas palabras muy esperadas: “Vengo a Cuba como peregrino de la caridad, para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza (…). Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegrías, sus preocupaciones y anhelos más nobles, y de modo especial de los jóvenes y los ancianos, de los adolescentes y los niños, de los enfermos y los trabajadores, de los presos y sus familiares, así como de los pobres y necesitados”.

Luego habló de la actual crisis financiera y económica, “que no pocos concuerdan en situar en una profunda crisis de tipo espiritual y moral”, y recordó que “el progreso verdadero tiene necesidad de una ética que coloque en el centro a la persona humana”.

Benedicto XVI en Cuba misa por el 400 aniversario Virgen del Cobre

Misa en Santiago de Cuba el lunes 26

“Estoy convencido de que Cuba, en este momento especialmente importante de su historia, está mirando ya al mañana, y para ello se esfuerza por renovar y ensanchar sus horizontes, a lo que cooperará ese inmenso patrimonio de valores espirituales y morales que han ido conformando su identidad más genuina”, deseó el Papa al final de su saludo.

La obediencia a Dios

Desde el aeropuerto, el Papa se trasladó a la Plaza Antonio Maceo de la ciudad, donde presidió la Misa con ocasión del 400º aniversario del hallazgo de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de la Isla, a la que, junto a decenas de miles de fieles, asistieron Raúl Castro y otras autoridades civiles.

Benedicto XVI centró su homilía en el misterio de la encarnación y el papel insustituible de María. Al explicar el “sí” de la Virgen, señaló: “Resulta conmovedor ver cómo Dios no solo respeta la libertad humana, sino que parece necesitarla. (…) Esta obediencia a Dios es la que abre las puertas del mundo a la verdad, a la salvación”.

La homilía finalizó con un llamamiento a los cubanos para que, “con las armas de la paz, el perdón y la comprensión, luchen para construir una sociedad abierta y renovada, una sociedad mejor, más digna del hombre, que refleje más la bondad de Dios”.

Especial Visita de Benedicto XVI a México y Cuba

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