Ciudad Rodrigo propone una pastoral vocacional de cine

cortometraje Alba, diocesis de Ciudad Rodrigo

El cortometraje ‘Alba’ presenta la labor ordinaria y extraordinaria de un sacerdote

cortometraje Alba, diocesis de Ciudad Rodrigo

Una escena del cortometraje 'Alba'

ROBERTO RUANO ESTÉVEZ. SALAMANCA | Vino nuevo, odres nuevos. Hoy, la Nueva Evangelización insiste en la exploración de nuevos métodos y ardores a la hora de presentar el Evangelio a los hombres de nuestro tiempo, estar presentes en los nuevos areópagos, dominar otros lenguajes, presentar la figura de Jesús de Nazaret de una forma diferente y atrayente. La pastoral juvenil y vocacional, gracias a las nuevas tecnologías, se han visto obligadas a realizar un giro de 180 grados. De lo contrario, el más exquisito de los vinos, parecería añejo y desfasado. [Ciudad Rodrigo propone una pastoral vocacional de cine, extracto]

Esta es la tarea en la que se halla inmersa desde hace varios años la Diócesis de Ciudad Rodrigo, una de las más pequeñas y despobladas de España, pero con gran creatividad pastoral y vocacional. Así, acaba de estrenar el cortometraje vocacional Alba, la historia de un cruce de caminos.

“Un film que pretende conectar con ese joven de hoy, que por desconocimiento, pereza o prejuicios se ha alejado de la figura del sacerdote y de la Iglesia”, señala Juan Carlos Sánchez Gómez, rector del Seminario diocesano San Cayetano de Ciudad Rodrigo y asesor teológico de este cortometraje sobre el sacerdocio.

Pasión, creatividad y audacia son algunas de las claves de este equipo diocesano. “Lo que más me preocupa de nuestra pastoral es que perdamos la pasión por lo que hacemos o que nos instalemos en una indiferencia mortal. Si no hacemos camino con los hombres, mujeres y jóvenes de nuestro tiempo, no estaremos en el lugar donde Cristo necesita oírse”, afirma.

cortometraje Alba, diocesis de Ciudad Rodrigo

Otra escena del film realizado en Ciudad Rodrigo

Es de la opinión de que en el trabajo con los jóvenes, una imagen vale más que mil palabras, porque una imagen multiplica siempre su eficacia: “San Ambrosio decía que cada vez que uno coge las Escrituras en su mano, Dios vuelve a pasear con el hombre en el paraíso. Parafraseándolo, diríamos hoy que cada vez que un joven contempla una imagen que le habla del Evangelio y sus valores, Dios vuelve a pasear con ese joven en el paraíso”, añade.

Ya sea en la representación teatral de La Pasión, o en proyectos cinematográficos como Jesús, el peregrino de la luz (2006), Talitá Kum (2007), Pablo de Tarso, el último viaje (2009) o la reciente puesta en marcha del Festival de Cine Educativo y Espiritual (FICEE), la Diócesis de Ciudad Rodrigo viene apostando desde hace varios años por este tipo de iniciativas pastorales. No es nada nuevo en su oficio.

No es casualidad que el director de todas estas películas y del cortometraje Alba, Pablo Moreno, sea al mismo tiempo el delegado diocesano de Pastoral Juvenil. Un joven cercano a los jóvenes, que habla su mismo lenguaje: “Hay que reciclarse, sumergirse en los ambientes juveniles. Hoy, un agente de pastoral, un sacerdote o un maestro tiene que saber anticiparse a todos los cambios que se están produciendo en el campo de las comunicaciones, y afrontar con la mayor creatividad posible el trabajo que desde la Iglesia se realiza. La mayoría de nuestros jóvenes tienen un perfil en Facebook o Tuenti, es necesario estar ahí con ellos”, propone Pablo.

“Magníficas posibilidades para entrar en su mundo y no ser meros inmigrantes digitales”, complementa con finura y agudeza Juan Carlos Sánchez.

Por sus frutos los conoceréis

Este modo de enfocar la pastoral juvenil y vocacional está dando ya sus frutos en la diócesis mirobrigense. Los propios seminaristas han colaborado y participado con agrado y entusiasmo en algunos de los proyectos cinematográficos. “No deja de ser significativo que desde un lugar tan pequeño como es Ciudad Rodrigo, se esté logrando salir con propuestas audiovisuales que están siendo utilizadas por miles de personas en toda España”, señala Juan Carlos.

Él hace un gran esfuerzo para compaginar todos estos proyectos vinculados con el cine y su responsabilidad de rector del Seminario, donde no faltan en este momento vocaciones sacerdotales. Pablo indica, además, que él mismo, su trabajo y su implicación en la Iglesia diocesana son fruto de este tipo de iniciativas cinematográficas.

Sí, una forma muy válida y valiente de presentar al mundo entero el Evangelio y la figura del sacerdote. Sin complejos ni mediocridades; sin olor a rancio ni sabor añejo. Este es el carisma y sello propio de Ciudad Rodrigo. El cortometraje Alba habla por sí solo.

En el nº 2.793 de Vida Nueva.

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