“¿Por qué nos miran como a un problema de seguridad?”

Mercedes Vargas, inmigrante de Bolivia

Mercedes Vargas, inmigrante colombiana

Mercedes Vargas, inmigrante de Bolivia

JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ SOTO | La segunda vez que la policía paró a Mercedes Vargas a la puerta del metro de Aluche, en Madrid, para pedirle la documentación, no se lo pensó dos veces. “Pregunté a la mujer policía que tenía enfrente de mí que por qué iban a buscar a inmigrantes en los lugares de transporte público. Me respondió que por motivos de seguridad y yo le pedí que me explicara qué tipo de problemas de seguridad causábamos. Entonces se enojó mucho conmigo”.

Esta boliviana de 26 años llegó a España en 2007 tras los pasos de su hermana mayor, con la que vive actualmente. “Mi familia entró en quiebra y, al no tener dinero y ser mis padres muy mayores, vimos que la única solución era buscar trabajo fuera de Bolivia. Yo quería estudiar en la universidad, pero mi sueldo de camarera allá no alcanzaba”.

Su primer año en España fue muy duro. No encontró trabajo. “Los amigos me aconsejaban que cuando llamara por teléfono o me presentara a una entrevista de trabajo me esforzara por hablar con acento neto español, para tener más posibilidades, y eso me enfadaba mucho”, recuerda.

Ha realizado cursos de capacitación con ayuda de la ONG Pueblos Unidos, pero solo ha podido encontrar trabajo en el servicio doméstico. “De momento no tengo otra opción, pero te pagan 300 ó 400 euros sin contrato ni Seguridad Social, y con eso es muy difícil vivir”, a pesar de lo cual se ha esforzado por enviar algún dinero a sus padres.

Le entristece no poder hacerlo ahora, después de tres meses en paro. “Antes era más fácil encontrar empleo, porque hacíamos trabajos que las personas de acá no querían, pero ahora, muchos españoles que están en el paro aceptan esos empleos y hay más competencia”.

Mercedes ha conseguido sus papeles de residencia y sigue luchando para poder estudiar un día fisioterapia, algo que depende de conseguir dinero y, también, de la homologación de su bachillerato.

Cree que este año, “la situación de los inmigrantes no va a mejorar, porque el partido en el Gobierno dijo durante la campaña electoral que España es para los españoles”. Piensa que “la mayor parte de los españoles nos miran a los inmigrantes como si estuviéramos por debajo de ellos”.

A pesar de todo, no piensa en volver a su país: “Allí es peor, porque no hay vida. A lo mejor voy dentro de unos años, y solo de visita. Primero quiero estudiar en España”. Sin duda es un buen objetivo. Tal vez lo verdaderamente encomiable en personas como Mercedes sea que, después de pasar por tantas dificultades, aún sigan teniendo un objetivo en la vida.

En el nº 2.792 de Vida Nueva.

 

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