La Iglesia de Uganda redobla su lucha contra el sida

médico Uganda trata paciente enfermo de sida

Pone en marcha un ambicioso programa de atención a los enfermos en colaboración con EE.UU.

médico Uganda trata paciente enfermo de sida

ALBERTO EISMAN. UGANDA | La Iglesia católica ugandesa, a través del Departamento Médico Católico, ha llegado a un acuerdo con el Gobierno de los Estados Unidos y su empeño presidencial en la lucha contra el sida para poner en marcha –de momento, durante un año– un ambicioso programa de cuidado y tratamiento para afectados por esa enfermedad, que se llevará a cabo en diez hospitales y dos grandes centros de salud de la Iglesia y que se extenderá a otras instituciones sanitarias.

La iniciativa fue presentada a los medios de comunicación el 27 de febrero, tras un acuerdo formal entre la Iglesia y el Center for Disease Control and Prevention (CDC), dependiente del Gobierno norteamericano.

El llamado programa ACT (Tratamiento y Cuidado de Sida, en sus siglas inglesas) supone una inversión de 6,32 millones de dólares, cuyo objetivo principal es asegurar a los enfermos y personas en riesgo de padecer sida unos servicios accesibles y de calidad en el marco de un sistema más sólido de salud integral.

De la atención directa de este programa dependen ya más de 22.300 pacientes, que reciben regularmente tratamiento con medicinas antirretrovirales, y se espera que se amplíe el cuidado a 3.477 nuevos casos, al tiempo que se van a hacer pruebas de sida a 34.000 mujeres embarazadas y a 7.000 personas tuberculosas.

Los servicios se extienden también a la prevención de la enfermedad y a la formación específica del personal sanitario, además de ofrecer atención sanitaria general a más de 36.000 personas.

Durante la presentación de esta iniciativa, el doctor Sam Orochi, director del Departamento Médico Católico, resaltó la confianza que el Gobierno estadounidense ha puesto en la labor sanitaria de la Iglesia católica, que ha sido “un faro de esperanza en este país, sobre todo en momentos de inestabilidad, particularmente en las comunidades rurales”.

Dicho departamento tiene ya una gran experiencia en actividades de coordinación con otras instituciones sanitarias, tanto gubernamentales como privadas o de otras confesiones.

Por su parte, el arzobispo de Gulu y presidente de la Conferencia Episcopal, John-Baptist Odama, resaltó la labor de la Iglesia al proveer asistencia sanitaria sin discriminación alguna, pero con una preferencia especial por los sectores más desfavorecidos y vulnerables de la sociedad.

“Que este programa –deseó– sea una afirmación de que la Iglesia continúa siendo una fuente de esperanza renovada y de inspiración, y de que, juntos, podemos salvar vidas. Que los enfermos de VIH sepan que en la Iglesia tienen una compañera que quiere que tengan vida, y la tengan en abundancia”.

Refiriéndose a las instituciones religiosas, el director del CDC, el doctor Wuhib Tadesse, resaltó en nombre del Gobierno de Washington el hecho de que ellas hayan elevado el listón del cuidado y tratamiento a estos enfermos: “Vuestros valores, que proceden de vuestra fe y de la misión que la fe inspira, han sido claves para alcanzar el nivel y el servicio lleno de compasión que habéis proveído juntos. Y este servicio de gran calidad y dedicación a esta misión ha tenido un tremendo impacto entre la gente a la que servís”.

La introducción de medicamentos antirretrovirales, que es parte esencial de la estrategia, ha supuesto una gran mejora en la calidad y expectativas de vida de estos pacientes. Tales medidas se unen a otras preventivas, como la circuncisión masculina, uno de los factores que –según los estudios médicos– rebaja en gran medida la posibilidad de contagio.

Pequeño descenso

Se estima que los enfermos de sida en Uganda representan actualmente un 6,5% de la población (1.200.000 personas), cifra preocupante, pero que se ha reducido en comparación con el 8,3% que reflejaban los estudios de 1999. La pandemia del sida se ha notado mucho en el tejido social del país, con la trágica herencia de 1.200.000 huérfanos solo como resultado de las muertes producidas por el VIH.

La aportación de la Iglesia católica al sistema de salud del país tiene una larga trayectoria que se remonta a 1899 en el hospital de Rubaga. El Departamento Médico de la Iglesia coordina a día de hoy 30 hospitales (el 28% de las camas hospitalarias), 250 clínicas y centros de salud y un tercio de los centros de formación del personal sanitario (graduados en enfermería y comadronas).

La Iglesia ha sido, además, pionera en un enfoque integral de la enfermedad, que no solo tiene en cuenta el factor físico o de tratamiento farmacológico, sino que se extiende también a la esfera social y mental de los afectados.

En el nº 2.792 de Vida Nueva.

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