Ante la crisis, ¿qué puedo hacer yo?

José Moreno Losada, sacerdote, consiliario Profesionales Cristianos Badajoz

mujer voluntaria en un comedor social

JOSÉ MORENO LOSADA, sacerdote y consiliario de Profesionales Cristianos de Badajoz | Los discursos sobre la crisis, sus causas y consecuencias son muy diversos, por todos los sitios y a todas las horas. Todos tienen su visión y forma de entender esta situación: empresarios, sindicatos, partidos políticos, economistas, periodistas… A veces nos sentimos desbordados por la oratoria sin fin de los analistas, aunque algo menos extendido es el conocimiento de los rostros de la crisis en su cruda realidad. [Ante la crisis, ¿qué puedo hacer yo? – Extracto]

Aquí ya son los periodistasquienes pretenden provocar y llegar al sentimiento de la población con imágenes y casos que son llamativos, y en ocasiones escandalosos.

José Moreno Losada, sacerdote, consiliario Profesionales Cristianos Badajoz

J. Moreno Losada

Como aquellos programas en los que aparecían personas que habían sido desalojadas de sus viviendas por sus deudas hipotecarias, donde sus pisos, que habían sido tasados a un precio para concederles préstamos, ahora el mismo banco los tasaba a la mitad. Se han apropiado de sus viviendas, pero ellos siguen debiendo la hipoteca. Todo legal, pero nada ético, así es el sistema.

Otra perspectiva es la de aquellas organizaciones que se entienden desde su deseo de ser solidarias y responder a las necesidades más básicas y urgentes de la población, y que nos tocan el corazón pidiendo limosnas para proteger a los que menos tienen en la sociedad.

Un profesor de la universidad me confesaba cómo su tía le comentaba que a su hija menor le estaban dando productos del Banco de Alimentos porque está en una situación fatal. Son personas que siempre vivieron de su trabajo y nunca pensaron que necesitarían ayuda de estas instituciones.

Estas organizaciones tratan de recaudar fondos para resolver cuestiones de urgencia, aunque también las hay que van más allá, como Cáritas, y pretenden hacernos partícipes de una reflexión, consciente de la situación y de la realidad que está muy cerca de nuestros propios rostros, en la vecindad y hasta en nuestra familia.

Por eso es el momento de lanzarnos a una pregunta que no suelo ver casi por ningún sitio, y que, sin embargo, entiendo que tiene que salir de la propia de ciudadanía y del sano humanismo: ¿tú qué puedes y debes hacer en este tiempo de crisis para luchar contra ella y apostar por los que más la sufren? Formo parte de grupos de Profesionales Cristianos y este tema nos trae de cabeza en estos dos últimos años.

Se trata de humanizar en tiempos de crisis desde nuestras profesiones, nuestra familia, nuestra economía, nuestra ciudadanía y desde nuestra Iglesia. Hemos hecho camino revisando la vida en nuestro quehacer profesional; nos hemos planteado cómo ser en el espacio de lo público todos los que son funcionarios y a qué están llamados.

La pregunta fundamental en tiempos de crisis es
qué puedo hacer yo desde los distintos ámbitos y dimensiones
de mi vida y mi persona. Ahí nos jugamos ahora
lo mejor y más auténtico de nosotros mismos.

Hemos analizado la situación de los autónomos y de las pequeñas empresas, sus dificultades y posibilidades; hemos mirado a la familia y su importancia al responder y acoger a los miembros que ahora pasan dificultades; nos hemos detenido en la posibilidad de emplear y dar dignidad, desde horas de trabajo, a personas concretas para que no reciban limosna, sino pago por su trabajo digno; hemos escuchado a personas que en estos tiempos, frente a empresas competitivas, crean empresas de comunión, que, aunque con ánimo de lucro, se centran en las personas, los socios, los trabajadores, buscando el verdadero bien común.

Respuestas dignificadoras

Desde este trabajo, considero que la pregunta fundamental y oportuna en tiempos de crisis es qué puedo hacer yo desde los distintos ámbitos y dimensiones de mi vida y mi persona. Ahí nos jugamos ahora lo mejor y más auténtico de nosotros mismos. Y esa es la pregunta que queremos extender para buscar juntos respuestas que sean dignificadoras de todos y cada uno de los que queremos vivir a fondo y con autenticidad este momento.

En esa línea hemos desarrollado foros y reuniones, en donde escuchamos voces que nos hablaron de los rostros de la crisis: desde un joven empresario que lucha por mantener el trabajo y el sueldo de sus compañeros; de una joven que sufre fuertes dificultades en su trabajo; un experto de Cáritas que nos mostró los datos de nuestra provincia y el quehacer para llegar a los más pobres.

Todo para que después entremos en lo fundamental: ¿qué podemos hacer los ciudadanos de a pie para responder a estos rostros con dignidad y justicia, con verdadera solidaridad?

La crisis tiene rostros concretos que demandan una respuesta personal y activa de todos. Tenemos que implicarnos y mirar cara a cara los rostros de la crisis.

En el nº 2.792 de Vida Nueva.

 

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