VICENTE L. GARCÍA. VITORIA | El pasado 3 de marzo falleció Patxi Arraibi, uno de los pioneros de la gesta misionera de las diócesis vascas, además de fundador de las Misioneras de Santa María, un instituto secular que ha mantenido viva la llama misionera y el servicio en los territorios encomendados a las Misiones Diocesanas Vascas.
Arraibi formó parte de la primera expedición de tres misioneros que marcharon a Ecuador en 1948, a los que, poco después, se sumarían otros cinco, que compondrían el primer grupo misionero vasco. De aquel grupo, hoy ya solo queda el obispo emérito de Los Ríos, Víctor Garaygordobil. Pero Arraibi también fue el primero en aterrizar en las misiones africanas de Angola y Ruanda.
Con motivo del 60º aniversario de estas misiones, recordaba la génesis de su vocación y la creación de un grupo de misioneras de apoyo humanitario, tarea a la que ha dedicado toda su vida: “Todo comenzó en mis años de Seminario. Allí pertenecí a la Academia Misional de San Pablo, dirigida y animada por José Zunzunegui”.
Allí surgió y se encendió su deseo de ser misionero, y de serlo sin dejar de ser sacerdote diocesano. “En mi primer viaje a Angola comencé a pensar en la posibilidad de formar un grupo de misioneras de nuestra diócesis de origen como ayuda humanitaria en nuestra misión. Y en ese trabajo me encuentro aún, a pesar de las muchas dificultades que los malos tiempos vocacionales traen consigo. En el momento de una Europa descristianizada, pero con tenacidad en el empeño, y ayudados por la gracia, obtendremos algo. Hemos conseguido ya tres centros de formación misionera en Vitoria, Madrid y Angola”, añadía.
El próximo 19 de marzo, con el lema Ser más con menos, se celebrará la tradicional campaña de las Misiones Diocesanas Vascas, en la que Patxi Arraibi será recordado por su larga trayectoria.
En el nº 2.792 de Vida Nueva.
INFORMACIÓN RELACIONADA
- En vivo: Aquellas otras diócesis vascas
