Clemente Serna pasa el relevo en Silos

Clemente Serna, abad de monasterio de Santo Domingo de Silos

Después de 24 años, deja de ser abad para “ser un monje más”

Clemente Serna, abad de monasterio de Santo Domingo de Silos

F. OTERO | El que ha sido abad de Silos durante casi un cuarto de siglo, Clemente Serna, se despidió ante la prensa el pasado viernes 24 de febrero. Volverá a ser, como él dijo y como recogieron los medios de comunicación generalistas, “un monje más”.

Su sustituto se habrá elegido el día 1 de marzo –al cierre de esta edición todavía no se conocía– entre los monjes que tengan más de 35 años, sean sacerdotes y lleven más de cinco en la orden. Un requisito que, según informa la Agencia Efe, cumplen 16. Podrán votar al nuevo abad –que necesitará dos tercios de los sufragios– un total de 33 monjes, decisión que tendrán que ratificar posteriormente el superior general de la orden y el Papa.

El nuevo responsable de Silos tendrá que dar continuidad a la labor comenzada por Clemente Serna en la modernización y la apertura a las nuevas tecnologías, y de este modo a la sociedad, del monasterio benedictino.

Ante los medios de comunicación, Serna destacó haber tenido “muchas alegría y pocos momentos malos” en los años que ocupó el cargo. “Todo han sido alegrías”, dijo, aunque matizó: “No me he canso de ser monje, pero tengo un gran cansancio psicológico”. Por eso, y antes de que “hubiera un cortocircuito”, decidió retirarse y dar así “relevo a los que siguen”.

De las cosas de las que se siente más orgulloso es de la rehabilitación del Convento de San Francisco, con el que vio cumplido uno de los deseos desde que era niño cuando paseaba por las ruinas del convento. También destacó la presencia de la comunidad en Internet, la promoción del canto gregoriano y la hospedería.

A su sucesor le recuerda que “han quedado cosas en el tintero” y le aconseja “cuidar a los monjes con todo el cariño”. Cree que el monasterio está en “un buen momento, porque hay jóvenes que llaman con vocación de ser monjes, “muchos, incluso con licenciaturas universitarias”.

Una decisión pensada

La decisión de Serna se conoció a finales del año pasado. Entonces, en declaraciones a la agencia Ical, el abad de Silos achacaba su decisión a motivos de salud: “Somos finitos y llega un momento en el que hay que decir que hasta aquí hemos llegado por motivos de salud”. Una afirmación que reforzaría: “No soy el padre eterno”.

En el nº 2.791 de Vida Nueva.

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