País Vasco: la Iglesia promueve la reconciliación

En la nueva etapa, la comunidad cristiana redobla sus esfuerzos como referente del perdón

Iglesia y terrorismo - Acto escolapios en Bilbao dentro de la 'Semana de la Paz'

Acto organizado por los escolapios en Bilbao dentro de la 'Semana de la Paz'

VICENTE L. GARCÍA | Se anunció en diciembre y ya está todo preparado para que, el 25 de febrero, las diócesis de Bilbao, San Sebastián y Vitoria celebren conjuntamente una jornada de oración por la paz y la reconciliación, bajo el lema Busca la paz y corre tras ella.

En la tarde de ese primer sábado de Cuaresma, los obispos de Bilbao y Vitoria convocarán a sus respectivos feligreses: Mario Iceta lo hará a las cinco en la parroquia del Carmen, en Indautxu; y Miguel Asurmendi presidirá la celebración a las seis, en la parroquia de San Miguel. En San Sebastián, y por motivos operativos, José Ignacio Munilla ha convocado a las doce del mediodía en la Iglesia del Iesu.

Durante la celebración, los tres obispos darán un mismo mensaje en sus respectivas homilías. También se baraja la elaboración de materiales para la reflexión en las pequeñas comunidades (parroquias, comunidades religiosas, movimientos, grupos vinculados a la Iglesia…). Seguramente, esta reflexión se proponga en el encuentro del día 25 para llevarla a cabo durante la Cuaresma. Podría suceder que las conclusiones de esos trabajos de reflexión constituyan la base para una pastoral de los obispos vascos.

Patxi López, lehendakari País Vasco e Iglesia

El lehendakari Patxi López

En todo momento, los tres obispos, como ha podido comprobar Vida Nueva, están mostrando una gran cautela a la hora de ofrecer información sobre sus acciones conjuntas, motivo por el que, en ocasiones, se han matizado algunas declaraciones.

La experiencia aconseja cuidar mucho que el mensaje de la Iglesia sea, y se entienda, más como evangélico y pastoral que como político. Esa era, precisamente, una de las aportaciones que el profesor de la UPV, Jon Mirena Landa, invitado para aportar sus sugerencias, hacía hace unos días ante el Consejo del Presbiterio de Bilbao, un órgano consultivo que propuso recientemente la creación de una Comisión Diocesana de Paz y Reconciliación.

“La Iglesia ha sido un referente moral
de muchas personas en la sociedad vasca,
y creo que así debería seguir siendo ahora”.

Patxi López, lehendakari del Gobierno vasco.

La Iglesia, desde su particular ámbito y ritmo, se hace presente en esta nueva etapa en Euskadi y en España. En esta línea, se están llevando a cabo iniciativas particulares de grupos y foros, actos de ámbito parroquial, zonal o arciprestal. Ejemplos de ello serían el acto por la paz convocado en Guernica por el Foro de Curas de Bizkaia o los cursos de Baketik que se imparten con el respaldo de centros escolares, comunidades religiosas o delegaciones diocesanas.

Nadie discute que el ámbito espiritual es el propio de la Iglesia y que, entre sus acciones, las convocatorias de carácter religioso sean prioritarias. Más aún, algunos como el parlamentario de Bildu y miembro numerario del Opus Dei, Rafa Larreina, demandan más confianza en la oración: “Me parece bien la jornada del día 25. Creo que puede contribuir a generar esa concienciación de que todos tenemos que implicarnos en la tarea de la reconciliación. A veces he pensado que tenía que haberse hablado algo menos y convocado más a los fieles a jornadas de oración por la paz. Muchas veces, los cristianos minusvaloramos el valor y la fuerza de la oración. Es algo poco espectacular, nada ruidoso, pero desde ese silencio exterior surge una fuerza personal y colectiva que nos ayuda a que, después, en la actividad diaria de cada persona, seamos muy efectivos, muy útiles a la hora de aportar en positivo al conjunto de la sociedad. Si no hay ningún imprevisto, sí participaré en la de Gasteiz”.

Otra persona que quizá se acerque hasta la iglesia de San Miguel, en Vitoria, es la popular Arantxa Quiroga, presidenta de la Cámara Vasca, quien considera que “la jornada parece una buena iniciativa y puede servir de espacio de reflexión sobre la necesidad de restaurar valores de paz en la sociedad”.

Rafa Larreina parlamentario de Bildu y miembro Opus Dei

Rafa Larreina, parlamentario de Bildu y miembro del Opus Dei

Desde la dirección de Kristau Eskola, el organismo que aglutina a los centros de educación de la Iglesia, Mikel Ormazabal también apela a la condición de discípulos de Jesús: “Un componente importante de la acción de la Iglesia es la oración. Rogar al Dios de la paz que nos dé paz en nuestro interior, en nuestros corazones, para ser creadores de paz”.

“Como buenos discípulos de Jesús –añade Ormazabal–, allí donde estamos somos llamados a ser portadores y defensores de la vida, sanadores y portavoces de la Gracia de Dios. Pedir por la reconciliación, invocar la paz desde la justicia, el perdón y la misericordia. Solamente desde estos presupuestos lograremos la convivencia con un corazón sanado”.

“La sociedad pide a la Iglesia
que aporte desde su ámbito esos valores
que tanto hacen falta para una convivencia más humana”
.
Rafa Larreina, diputado de Bildu.

Respecto a la implicación de los centros escolares en la convocatoria del día 25, Mikel Ormazabal constata una plena sintonía de los mismos con todas aquellas propuestas de carácter diocesano que se han venido proponiendo hasta el momento.

Labor de mediación

Además del reconocimiento del papel de la Iglesia en el acompañamiento espiritual, son también muchas las voces que conceden a la Iglesia una labor de mediación en las cuestiones terrenales, en el proceso de construcción social en el País Vasco. Como reconoce el lehendakari Patxi López a Vida Nueva, “la Iglesia ha jugado, tradicionalmente, un papel importante en la sociedad vasca, como referente moral de muchas personas, y creo que así debería seguir siendo ahora que el final del terrorismo abre un tiempo de esperanza en Euskadi”.

José María Aguirre Oraá, fundador de Elkarri (movimiento social por el diálogo y el acuerdo en el País Vasco que se creó en 1992 para defender y movilizar el modelo de solución pacífica, y que en el 2006 desaparecería para dar paso a Lokarri), se refiere a la misma cuestión cuando dice que habría que crear “una comisión de la verdad, en cuyo impulso tendría que estar presente también la Iglesia”.

El teólogo Javier Vitoria incide en sus declaraciones en el papel de la comunidad cristiana en esa búsqueda de la verdad: “La Iglesia, en su presencia institucional, ha de ponerse al servicio de la reconciliación con humildad. Debe contribuir a que el binomio justicia y verdad no se falsifique buscando un atajo para una falsa paz, diseñada por la izquierda abertzale o por una mayoría social. Igualmente, ha de colaborar con todos sus recursos humanos e institucionales para que el relato de lo ocurrido sea fiel a la memoria de las víctimas”.

En el nº 2.789 de Vida Nueva. País Vasco: la Iglesia promueve la reconciliación, íntegro para suscriptores

 

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